La heroína es una droga opioide altamente adictiva que se sintetiza a partir de la morfina, una sustancia natural extraída de la vaina de la planta asiática de adormidera. La heroína suele aparecer como un polvo blanco o marrón o como una sustancia pegajosa de color negro, conocida como “heroína de alquitrán negro”. Éstas son las formas puras de heroína.
Los efectos secundarios de la heroína incluyen una variedad de síntomas como:
El uso de heroína con otras drogas aumenta significativamente el riesgo de sobredosis y otras complicaciones de salud graves. El consumo prolongado puede provocar adicción, también conocida como trastorno por consumo de heroína, entre las personas que consumen heroína, donde se vuelven dependientes de la sustancia para funcionar normalmente.
Los síntomas de abstinencia de heroína pueden incluir antojos intensos, dolor muscular y óseo, insomnio, diarrea y vómitos, sofocos con piel de gallina y movimientos incontrolables de las piernas.
Los efectos a largo plazo del consumo de heroína pueden incluir problemas de salud crónicos, trastornos de salud mental y problemas sociales y económicos.
Es especialmente peligroso mezclar heroína con otras sustancias como alcohol o benzodiacepinas, ya que esto puede amplificar los efectos de la droga y aumentar el riesgo de depresión respiratoria grave y muerte.
Krokodil (dicha como “cocodrilo”) o heroína rusa es la desomorfina casera, que se crea mezclando codeína con disolventes orgánicos para crear una forma sintética de heroína.
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