Para tratar el cáncer de riñón, su proveedor de atención médica considerará el tipo de cáncer, qué tan avanzado está (el estadio), qué tan agresivo es, su salud general, los efectos secundarios, los riesgos y sus preferencias. Con esa información, pueden trabajar juntos para elaborar un plan de tratamiento personalizado.
Su equipo de atención puede incluir un radiólogo, un urólogo, un nefrólogo, un patólogo y un oncólogo médico. Pueden recomendar una o más de estas opciones de tratamiento:
Para tumores de menos de tres centímetros (aproximadamente 1,18 pulgadas), su proveedor puede recomendar revisarlos periódicamente con imágenes (tomografías computarizadas, ecografías o resonancias magnéticas) para ver si está creciendo y necesita tratamiento.
La cirugía suele ser la primera opción de tratamiento activo, especialmente para el cáncer en etapa inicial. Las opciones quirúrgicas pueden incluir:
La terapia dirigida utiliza medicamentos para atacar las células cancerosas y al mismo tiempo minimizar el daño a las células sanas. Estas terapias pueden apuntar a formas específicas en que crece el cáncer.
La inmunoterapia estimula el sistema inmunológico de su cuerpo para ayudarlo a detectar y atacar las células cancerosas. La inmunoterapia ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento del cáncer de riñón avanzado y para prevenir que el cáncer de riñón reaparezca después de la cirugía. Su proveedor puede recomendarle usarlo solo o con otros tratamientos.
La radioterapia utiliza rayos de alta energía para atacar y destruir las células cancerosas. Su proveedor puede recomendarlo para reducir el tamaño de los tumores antes de la cirugía, aliviar los síntomas o tratar el cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
La quimioterapia no suele ser un tratamiento para el cáncer de riñón, pero su proveedor puede recomendarla en ciertos casos, especialmente si otros tratamientos no funcionan.
La RFA es un procedimiento mínimamente invasivo que puede tratar cánceres de riñón pequeños en personas que tal vez no puedan someterse a una cirugía. Con él, un proveedor guía un electrodo delgado hacia el tumor para generar calor y destruir las células cancerosas. Generalmente es eficaz y la recuperación suele ser rápida.
La crioablación es un procedimiento mínimamente invasivo similar a la RFA pero que utiliza frío en lugar de calor para destruir las células cancerosas.
Este procedimiento utiliza una sustancia inyectada (espirales metálicas delgadas o un líquido) para bloquear el flujo sangre a parte o la totalidad del riñón. Puede ser una opción si no puede someterse a una cirugía.
Los tratamientos para el cáncer de riñón pueden causar estos efectos secundarios:
Hable con su proveedor sobre sus inquietudes y cualquier efecto secundario que pueda tener. Ellos pueden ayudarlo a controlarlos y recomendarle estrategias o medicamentos que puedan ayudar.
Vivir con cáncer de riñón puede ser un desafío para las personas con la enfermedad y sus cuidadores. Estas acciones y recursos pueden ayudar:
En Banner MD Anderson Cancer Center, nuestro equipo de atención multidisciplinaria está aquí para ayudarlo en cada paso de su viaje contra el cáncer.