¿Qué es el síndrome de Tourette?
El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico (una afección que afecta el sistema nervioso). Las personas con síndrome de Tourette realizan movimientos o sonidos repetitivos. Estos comportamientos, llamados tics, son indeseados y repetidos. La persona no puede controlarlos fácilmente.
Existen dos tipos de tics: simples y complejos. Los tics simples suelen empezar primero, seguidos de los tics complejos:
- Tics simples: movimientos o sonidos breves y repentinos, como parpadear (tic motor simple) o garganta (tic vocal simple).
- Tics complejos: secuencias de movimientos o frases que utilizan diferentes músculos o partes del cuerpo, como saltar o repetir palabras. Es posible que parezca que alguien con tics complejos los realiza a propósito.
El síndrome de Tourette suele comenzar entre los 5 y los 10 años y puede empeorar en la preadolescencia y la adolescencia antes de mejorar y controlarse en la edad adulta. Sin embargo, algunas personas presentan síntomas que persisten hasta la edad adulta y pueden variar de leves a graves.
Causas y factores de riesgo del síndrome de Tourette
Los expertos no saben exactamente qué causa el síndrome de Tourette. Estos factores pueden influir:
- Genética: el síndrome de Turner suele ser hereditario, por lo que puede haber un vínculo genético. Tener antecedentes familiares de trastornos de tics, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un factor de riesgo conocido.
- Estructura y función del cerebro : Las anomalías en regiones del cerebro como los ganglios basales, los lóbulos frontales y la corteza, y en neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, pueden desempeñar un papel en el síndrome de Turner.
- Género: Los niños tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las niñas de desarrollar el síndrome de Tourette.
- Factores prenatales y de nacimiento: Las complicaciones durante el embarazo (como bajo peso al nacer, tabaquismo o estrés) podrían aumentar el riesgo de síndrome de Turner, aunque se necesita más investigación.
Signos y síntomas del síndrome de Tourette
Los tics motores y vocales son los principales síntomas del síndrome de Tourette. Los tics que implican movimiento se denominan tics motores, mientras que los tics que implican sonido se denominan tics vocales. Con el tiempo, estos síntomas pueden cambiar en cuanto a su gravedad, su frecuencia y la parte del cuerpo que afectan.
Tics motores
Los tics motores suelen comenzar en la cabeza y el cuello y, con el tiempo, llegan al cuerpo, los brazos y las piernas. Suelen comenzar antes que los tics vocales. Los tics motores incluyen movimientos que no se pueden detener, como:
- Parpadeo de ojos
- cara haciendo muecas
- Sacudiendo la cabeza
- Encogimiento de hombros
- Movimientos de brazos o piernas
Los tics motores extremos podrían provocar autolesiones.
Tics vocales
Los tics vocales son sonidos o frases que se emiten sin control. Entre los tics vocales se incluyen:
- Aclaramiento de garganta
- Gruñidos
- Olfateando
- Repetición de palabras o frases
- Repetir las palabras de otras personas (ecolalia)
- Usar malas palabras o lenguaje vulgar (coprolalia)
Aunque los tics de malas palabras y lenguaje vulgar reciben atención en los medios, la mayoría de las personas con síndrome de Turner no los tienen.
Es posible que sienta un hormigueo o tensión como señal de que un tic está a punto de comenzar y puede sentir que el tic debe repetirse varias veces o de una manera determinada antes de poder detenerse.
Es posible que puedas suprimir los tics con mucho esfuerzo, pero puedes sentir que luego se acumulan hasta que tienes que salir.
El estrés, la excitación o el cansancio pueden empeorar los tics. Estar tranquilo o estar ocupado con una actividad puede mejorarlos. El sueño ligero reduce los tics y no se producen durante el sueño profundo.
Condiciones y desafíos relacionados
Muchas personas con síndrome de Tourette suelen tener otras afecciones que pueden dificultar el control de los síntomas:
- TDAH : dificultad para concentrarse, hiperactividad e impulsividad.
- TOC: Pensamientos y conductas repetitivas
- Trastornos de ansiedad: preocupación excesiva que puede empeorar los tics
- Dificultades de aprendizaje: dificultad para concentrarse y procesar la información en la escuela
- Problemas de conducta: actuar de forma agresiva, tener dificultades para controlar la ira o tener problemas en situaciones sociales.
- Trastornos del sueño : dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido.
- Problemas de procesamiento sensorial: dificultad para procesar información proveniente de la vista, el oído, el tacto, el gusto o el olfato.
Estas afecciones pueden tener un gran impacto en la vida diaria de una persona, por lo que es importante encontrar un plan de tratamiento que incluya todas las afecciones que pueda tener.
Afecciones con las que se puede confundir el síndrome de Tourette
Algunas otras afecciones tienen síntomas similares a los del síndrome de Tourette:
- Trastorno neurológico funcional: movimientos y sonidos similares a tics de aparición rápida que no se consideran un trastorno del desarrollo pero que aún pueden responder a terapias conductuales como las que son útiles para los tics y el síndrome de Tourette.
- Trastorno de tics transitorios: tics temporales que duran menos de un año.
- Trastorno de tics motores o vocales persistentes (crónicos): tics que duran un año o más y que son motores o vocales, pero no ambos.
- Trastorno del espectro autista : los movimientos y patrones de habla repetidos pueden parecer tics
- Trastornos convulsivos: movimientos involuntarios que pueden parecerse a tics.
- Trastornos de los hábitos: conductas como retorcerse el cabello o morderse las uñas pueden confundirse con tics.
Diagnóstico del síndrome de Tourette y trastornos relacionados
Para diagnosticar el síndrome de Tourette, su proveedor de atención médica evaluará sus síntomas y revisará su historia clínica. Es posible que:
- Observa el tipo de tics y la frecuencia con la que ocurren.
- Asegúrese de haber tenido tics motores y vocales durante al menos un año y que comenzaron antes de los 18 años.
- Descartar otras causas de tics.
No existen pruebas específicas para diagnosticar los tics. Su médico puede realizar pruebas, como un análisis de sangre , un examen neurológico o imágenes cerebro , para descartar otras afecciones.
Opciones de tratamiento para el síndrome de Tourette
No existe cura para el síndrome de Tourette. Es posible que los síntomas leves no requieran tratamiento. Las terapias conductuales, los medicamentos y otros tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas que interfieren con su vida diaria. Su proveedor de atención médica puede trabajar con usted para elaborar un plan de tratamiento que le ayude con sus síntomas y satisfaga sus necesidades.
Terapias conductuales
- La intervención conductual integral para tics (CBIT) puede ayudarle a aprender técnicas para controlar y reducir los tics.
- La terapia cognitivo conductual (TCC) puede ayudarle a afrontar el síndrome de Tourette y puede abordar los síntomas de ansiedad, depresión, TDAH y TOC.
Medicamentos
Para los síntomas graves, los medicamentos pueden ayudar, entre ellos:
- Medicamentos que reducen o bloquean la dopamina, una sustancia química del cerebro , para ayudar a controlar los tics.
- Clonidina o guanfacina (medicamentos para la presión sangre que también pueden ayudar con los tics)
- Topiramato
- Inyecciones de toxina botulínica
- Medicamentos para la ansiedad, depresión, TOC o TDAH
Otras opciones de tratamiento
- La estimulación cerebro profunda (ECP) puede ser una opción en casos graves cuando otros tratamientos no funcionan.
- Los cambios en el estilo de vida, como el manejo del estrés y las rutinas estructuradas, pueden resultar útiles.
Vivir con el síndrome de Tourette
El tratamiento del síndrome de Tourette implica algo más que simplemente reducir los tics. Estas estrategias pueden ayudarle a tener una mejor calidad de vida:
- Los ejercicios de atención plena y relajación pueden ayudarle a lidiar con esta enfermedad.
- El apoyo escolar , como tiempo adicional para los exámenes, tutorías, clases más pequeñas y otras adaptaciones, puede ayudar, especialmente en los casos en que un estudiante tiene síndrome de Turner y otras afecciones como TDAH o TOC.
- Los acuerdos de trabajo flexibles pueden ayudarle a tener éxito en su trabajo.
- Los grupos de apoyo comunitarios pueden conectarlo con otras personas que entienden su experiencia y pueden compartir estrategias que les han ayudado.
Cuándo buscar ayuda
Es importante hablar con un proveedor de atención médica si:
- Los tics tienen un gran impacto en tu vida diaria
- Los síntomas se vuelven dolorosos o empeoran.
- Necesita atención para otras afecciones como TOC o TDAH
El diagnóstico y tratamiento tempranos del síndrome de Tourette pueden facilitar el control de los síntomas y mejorar su calidad de vida.
Recibir atención médica
En Banner Health, nuestro equipo de neurólogos, terapeutas y especialistas con experiencia en trastornos de tics brinda atención integral y compasiva a las personas con síndrome de Tourette. Nuestros planes de tratamiento personalizados y el acceso a las terapias más modernas tienen como objetivo mejorar sus resultados y su bienestar.