En un momento estás teniendo una conversación aparentemente sana con alguien y al siguiente te atacan como a una gacela en el Sahara. Tus mejillas se sonrojan, tus latidos del corazón se aceleran y no sabes si defenderte o huir. ¡Vaya! ¿Cuándo y cómo la conversación decayó tan rápidamente?
Las tensiones son mayores estos días. Muchas personas se enfrentan a muchos factores estresantes : estrés en el trabajo, estrés en el hogar, estrés con las finanzas. Es comprensible que la paciencia sea escasa, pero puede hacer que las conversaciones saludables sean mucho más difíciles.
"A nivel mundial, todos compartimos un denominador común: todos estamos bajo mucho más estrés", dijo Adeola Adelayo, DOCTOR, psiquiatra en ejercicio en Banner Behavioral Health Hospital . “Luchamos con una guerra en un país, la inflación de esa guerra, la política y nuestras finanzas y salud están bajo presión. Todos estamos un poco nerviosos estos días”.
Conflicto productivo versus conflicto no saludable
Participar en conflictos saludables o desacuerdos productivos es un aspecto de toda relación y empresa saludable. Lo que causa problemas y conduce a mayores conflictos es cuando una persona, una pareja o un grupo recurre a la ira o al comportamiento agresivo.
El conflicto productivo es una conversación abierta en la que los diferentes puntos de vista o ideas entre las personas se escuchan y respetan por igual. Mientras que un conflicto improductivo y nocivo no busca resolución per se. Puede implicar derribar a otra persona, insultarlos, pelear, evitar o poner obstáculos . “En pocas palabras, los conflictos nocivos erosionan las relaciones, mientras que los productivos las fortalecen”, dijo el Dr. Adelayo.
Cómo reconocer cuando una conversación se está calentando
Pueden ocurrir discusiones acaloradas, pero no surgen de la nada. Quizás te perdiste algunas señales sutiles de que algo le pasaba a la persona con la que estás hablando. También es posible que estés un poquito a la defensiva y seas sensible o que el tema te desencadene emocionalmente .
Reconocer los primeros signos es importante para ayudar a reducir la tensión y potencialmente evitar que una conversación se salga de control. Aquí hay algunos signos de escalada de conflicto a tener en cuenta en otra persona:
- Ellos aprietan los puños
- Aprietan la mandíbula o aprietan los dientes.
- Hablan más alto y más rápido, dando respuestas breves y concisas.
- Comienzan a respirar pesadamente.
- Comienzan a caminar de un lado a otro
- Usan palabras "tú" en lugar de "yo" o "nosotros"
- Empiezan a intimidar o a utilizar lenguaje abusivo.
Cómo calmar una discusión
Si nota que una conversación se está convirtiendo en una discusión acalorada, aquí hay cuatro cosas que puede hacer para intentar que la conversación vuelva a encarrilarse.
1. Toma un respiro... o dos
Una vez que te des cuenta de que la conversación se está volviendo intensa, respira profundamente para calmarte. Tómate un segundo para recuperarte y no enfrentar fuego con fuego. Mire a su alrededor los objetos en la habitación para ayudarlo a conectarse con la conversación que tiene ante usted.
2. Modele un comportamiento tranquilo
No apuntes con el dedo, no te encojas de hombros ni cruces los brazos. Evite alzar la voz. Utilice un tono tranquilo y calmado y una postura relajada: con los brazos hacia abajo a los lados. Es mucho más difícil gritarle a alguien que no le responde.
"Algunas personas usan su tono y lenguaje corporal para presionar a los demás, tal vez incluso para enojarlos, y no les importa escuchar el punto de vista o la perspectiva de los demás", dijo el Dr. Adelayo. "Cuando mantienes el temperamento y la calma, esto ayuda a establecer el tono y los límites para el resto de la conversación".
3. Validar sus sentimientos e inquietudes
No se trata de quién tiene razón o quién no, por lo que decir la última palabra o intentar “ganar” la conversación sólo echará más leña al fuego. Escuche a la otra persona para entender lo que quiere. Hágales saber que está escuchando resumiéndoles lo que escuchó.
“Haga preguntas abiertas y aclaratorias para permitir que la otra persona exprese sus sentimientos y se sienta escuchada”, dijo el Dr. Adelayo. "Si bien gran parte de la desescalada consiste en descubrir lo que necesitas, también se trata de asegurarte de comprender a la otra persona".
4. No te alejes a menos que sea necesario
“A veces, alejarse puede enojar aún más a alguien”, dijo el Dr. Adelayo. "Aléjate sólo si estás en peligro físico".
Observa el estado emocional de la otra persona. Continúe con los primeros pasos. Si las tensiones continúan aumentando, pregunte respetuosamente si ambos pueden tomar un descanso y volver a abordar el tema después de que ambos puedan ordenar sus pensamientos. No es posible razonar o resolver problemas con alguien que está enfurecido.
Si la persona está siendo un matón y muestra su superioridad sobre ti, se vuelve agresiva o temes violencia contra ti, es hora de alejarte y pedir ayuda. “Esto es peligroso y emocional y físicamente inseguro”, dijo el Dr. Adelayo.
Qué hacer si te enojas rápidamente
La ira es una emoción que todos experimentaremos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, si se siente más sensible, enojado o de mal genio cuando conversa con otras personas y las acciones de autoayuda no funcionan, un especialista en salud conductual autorizado puede ayudarlo.
“A través de la terapia, puede obtener ayuda para reconocer las causas fundamentales que desencadenan su ira. También puede aprender diferentes maneras de responder a los desencadenantes de manera más saludable”, dijo el Dr. Adelayo.
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Palabra final
Cuando se trata de una persona enojada, puede ser fácil dejarse envolver en una discusión acalorada. Pero mantener la calma, escuchar y validar a la persona y establecer límites puede ayudar a calmar una conversación acalorada.
Como recordatorio, si se encuentra en una situación peligrosa o volátil, es hora de salir de la situación y buscar ayuda.