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¿Dedo del pie dislocado? Esto es lo que debe saber

Finalmente lograste que tu hijo volviera a dormir después de una pesadilla y te escapas de su habitación cuando ¡Bam! uno de tus dedos golpea la pared. ¡Ay!

Vuelves a la cama cojeando pensando que todo estará bien, sólo para despertarte a la mañana siguiente con el segundo dedo del pie hinchado y un poco torcido. Una búsqueda rápida en Google revela que lo más probable es que se haya dislocado el dedo del pie.

¿Qué es un dedo dislocado?

"Una dislocación de un dedo del pie se produce cuando los huesos de la articulación del dedo se separan por completo y los tejidos o ligamentos que mantienen unida la articulación se ven obligados a salir de sus posiciones habituales", dijo Joseph Dobrusin, MÉDICO PODIATRA, médico podiatra del Banner Health Center. "Un dedo del pie puede pasar de ser normal a una subluxación (una dislocación parcial) y luego a una dislocación completa".

Los dedos de los pies comúnmente pueden dislocarse en la articulación donde se unen las falanges (o los huesos de los dedos del pie): la articulación interfalángica distal (más cercana a la punta del dedo del pie), la articulación interfalángica proximal (en la mitad del dedo del pie) o la articulación metatarsofalángica (donde el dedo del pie toca el pie).

"Los dedos de los pies dislocados se desarrollan con mayor frecuencia con el tiempo debido a defectos de nacimiento o enfermedades progresivas como la artritis reumatoide o el dedo en martillo, que pueden hacer que los nudillos y las articulaciones pasen de estar normales a contraerse y dislocarse", dijo el Dr. Dobrusin. Sin embargo, la dislocación también puede ocurrir por un traumatismo contundente (¡como golpearse el dedo del pie a altas horas de la noche!), momentos repetitivos que causan desgaste o por ciertos deportes y actividades.

¿Cuáles son los signos de una dislocación del dedo del pie?

Los síntomas de un dedo dislocado pueden incluir los siguientes:

  • Moretones, dolor e hinchazón.
  • El dedo del pie parece fuera de lugar, doblado o torcido
  • Dificultad para moverse y caminar o poner peso en el dedo del pie
  • Dolor y ternura
  • Hormigueo, debilidad o entumecimiento en el dedo del pie.

La parte complicada de la dislocación del dedo del pie es que algunos de estos síntomas también pueden imitar los síntomas de un esguince, una fractura o una lesión en el dedo del pie, por lo que es mejor buscar ayuda médica de inmediato.

"Si no aborda la lesión de manera adecuada, podría correr el riesgo de sufrir más lesiones", dijo el Dr. Dobrusin. "Si bien es un porcentaje bajo de casos, si la dislocación pellizca algún vasos sanguíneos, podría causar daño permanente a los tejidos del dedo del pie si no se repara lo antes posible".

¿Cómo se diagnostica un dedo dislocado?

En la mayoría de los casos, el diagnóstico se determina mediante un examen clínico y una radiografía.

"Las radiografías generalmente se realizan para identificar dónde se está produciendo la dislocación y buscar otros daños, como una fractura", dijo el Dr. Dobrusin.

¿Cuál es el tratamiento de un dedo dislocado?

Cuando se trata de tratar una dislocación, primero querrá buscar atención médica. ¡No intentes volver a colocar el dedo en su lugar por tu cuenta! En su lugar, concéntrese en no mover el dedo lesionado, aplique una bolsa de hielo para reducir la hinchazón y el dolor y mantenga el pie elevado hasta que pueda acudir a una evaluación.

El objetivo del tratamiento de una dislocación es realinear los huesos de una articulación, lo que se conoce como reducción. Las reducciones pueden realizarse cerradas (sin cirugía) o abiertas (con cirugía).

Reducción cerrada: en una reducción cerrada, su proveedor médico utilizará un anestésico local para adormecer el área y tirará o girará el hueso para volver a su lugar.

Reducción abierta: su proveedor médico puede recomendarle una cirugía si su dislocación es grave o si la reducción cerrada no fue exitosa.

¿Cómo es la recuperación de un dedo dislocado?

Una vez que los huesos de los dedos se vuelven a colocar en su lugar, la recuperación puede incluir:

  • Pegar el dedo del pie con cinta adhesiva a un dedo sano cercano
  • Uso de un yeso, bota para caminar, muletas o una férula en el dedo del pie
  • Descanso, formación de hielo y elevación del pie.
  • Terapia física para restaurar la fuerza, la flexibilidad y el rango de movimiento.
  • Retorno lento a la actividad normal

Ya sea que su reducción sea abierta o cerrada, esté preparado para que la curación lleve algún tiempo.

"Para la mayoría de las personas, puede llevar entre 6 y 12 semanas, dependiendo de la deformidad, de cuánto trabajo fue necesario para solucionar el problema, etc.", dijo el Dr. Dobrusin. "Es importante recordar que una vez que el dedo del pie se disloca, es posible que se vuelva a dislocar fácilmente, por lo que es importante no apresurar el proceso de curación".

¿Hay algo que pueda hacer para prevenir un dedo dislocado?

Si bien algunas causas pueden estar fuera de su control, puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones usando calzado y protección adecuados durante los deportes u otras actividades.

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