Cuando los niños comienzan a hablar, muchos padres les enseñan a decir “por favor” y “gracias”. Si bien estas palabras son fundamentales para los buenos modales, la gratitud va más allá de las frases educadas. Es un valor que los niños deben aprender y desarrollar con el tiempo. Según Adeola Adelayo, DOCTOR, psiquiatra del Banner Behavioral Health Hospital, la gratitud implica inteligencia emocional y habilidades cognitivas que crecen con la práctica.
“Existen muchas maneras, a cualquier edad, de alentar y desarrollar corazones agradecidos”, afirmó la Dra. Adelayo. A continuación, se presentan sus consejos de experta para ayudar a su hijo o adolescente a cultivar una actitud de gratitud.
Predicar con el ejemplo
Como padres, a menudo nos sorprende oírnos hablar como nuestros propios padres. Esto sucede porque los niños observan atentamente cómo actuamos, reaccionamos y nos desenvolvemos en el mundo, y luego internalizan esas conductas. La gratitud no es diferente.
“Si quiere que su hijo o adolescente sea agradecido, sea usted mismo el modelo de gratitud”, dijo el Dr. Adelayo. “Cuando sus hijos estén presentes, señale a las personas que están haciendo cosas que van más allá de lo esperado y sea específico acerca de por qué está agradecido”.
Por ejemplo, si un amigo ayuda a los niños a llevar a sus hijos a la escuela, puede decirle: “Gracias por traer a mi hijo a casa. Estoy muy agradecido de tener un amigo como tú que me apoya cuando necesito ayuda”. Sus hijos notarán estos momentos y aprenderán a expresar su propia gratitud de maneras similares.
Déjenles ganar privilegios
¿Alguna vez sientes que tu hijo da las cosas por sentado? Es fácil caer en el hábito de ceder ante las exigencias, pero esto puede generar inadvertidamente un sentimiento de derecho.
La Dra. Adelayo sugirió enseñar gratitud alentando a los niños a ganarse privilegios. Esto no significa necesariamente darles una mesada. En cambio, vincule los objetos o experiencias deseados con las tareas o responsabilidades.
Por ejemplo, si su hijo quiere un nuevo par de zapatos caros y de moda, asígnele tareas como poner la mesa o ayudar con las tareas del jardín. Reconozca su arduo trabajo a lo largo del camino, diciendo algo como: "Realmente aprecio el esfuerzo que estás poniendo en estas tareas". Ganarse privilegios fomenta el aprecio, la gratitud y la sensación de logro.
Voluntariado y donación en conjunto
Ayudar a los demás puede cambiar la perspectiva de un niño y permitirle ver el mundo desde una nueva perspectiva. Considere la posibilidad de ofrecerse como voluntario en familia, ya sea empaquetando alimentos para los necesitados, prestando servicio en un refugio o participando en una limpieza comunitaria.
Otra actividad significativa es donar artículos juntos. La próxima vez que llenes una bolsa de juguetes o ropa para regalar, haz que tu hijo participe. Explícale por qué estás donando y pregúntale si tiene artículos que le gustaría donar. Llévalo al centro de donaciones y deja que entregue la bolsa. De camino a casa, habla sobre cómo se sintió con la experiencia y dile lo agradecido que estará otra persona por recibir esos artículos.
Iniciar un ritual de gratitud
Incorporar la gratitud en las rutinas diarias puede convertirse en un hábito duradero. Un ritual sencillo es compartir por qué estás agradecido durante las comidas familiares. Cada persona puede nombrar una cosa que apreció de su día. Si bien al principio puede resultar incómodo, con la práctica, incluso los niños pequeños aprenderán a encontrar la gratitud en pequeños momentos.
La Dra. Adelayo recomienda que los niños mayores y los adolescentes lleven un diario. “Ayudarlos a expresar gratitud les ayudará a desarrollar su resiliencia y a crear habilidades para la vida”, afirmó. Llevar un diario sobre experiencias positivas puede ayudar a los adolescentes a centrarse en lo bueno, incluso en tiempos difíciles.
Ser paciente
La gratitud es una emoción compleja que no se desarrolla de la noche a la mañana. Es posible que los niños no siempre expresen sus sentimientos de la manera esperada. Por ejemplo, en lugar de decir "gracias", un niño podría mostrar su gratitud con un abrazo o una sonrisa.
“Es importante recordar que cada niño es diferente”, dijo el Dr. Adelayo. “Démosles tiempo y espacio para que desarrollen la gratitud a su manera”.
Sepa cuándo buscar ayuda
Si su hijo o adolescente tiene dificultades para expresar gratitud o parece emocionalmente retraído, está bien buscar ayuda profesional. Un consejero o terapeuta autorizado puede brindar apoyo adicional. Busque un especialista en salud conductual de Banner cerca de usted.
Reflexiones finales
Inculcar la gratitud en los niños implica mucho más que enseñarles buenos modales. Se trata de ayudarlos a desarrollar una apreciación por el mundo que los rodea. Al darles un ejemplo de gratitud, alentar la responsabilidad y crear experiencias significativas, puede sentar las bases para un corazón agradecido que perdure toda la vida.
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El contenido de este artículo se actualizó el 7 de enero de 2025.