Cuando nuestros hijos recién comienzan a hablar, les enseñamos y les recordamos que digan "por favor" y "gracias" a los demás. Con las mejores intenciones, queremos que nuestros hijos lo aprecien y aprendan a ser agradecidos. Sin embargo, inculcar gratitud va más allá de los buenos modales. Es un valor que hay que aprender. Adeola Adelayo, DOCTOR, psiquiatra en ejercicio del Banner Behavioral Health Hospital, ofreció sus consejos para inculcar una actitud de gratitud en los más pequeños.
"Requiere que los niños utilicen un conjunto de inteligencia emocional y habilidades cognitivas que no son simplemente innatas, sino que crecen y se desarrollan con el tiempo", dijo el Dr. Adelayo. "Hay muchas maneras, realmente a cualquier edad, en las que podemos alentar y desarrollar corazones agradecidos".
El Dr. Adelayo compartió algunas formas intencionales de ayudar a su niño y adolescente a crecer en una actitud de gratitud.
Predicar con el ejemplo
¿Alguna vez has pensado como padre: “¡Hombre, estoy empezando a hablar como mi madre!” ¡En cierto modo lo eres! Nos guste o no, cuando somos niños miramos a nuestros padres: cómo actúan, reaccionan y manejan el mundo. Tomamos esos mensajes y los guardamos solo para, sorprendentemente, comenzar a usar los mismos comportamientos que los adultos. Lo mismo ocurre con la gratitud.
“Si desea que su hijo o adolescente esté agradecido, modele usted mismo la gratitud”, aconsejó el Dr. Adelayo. "Cuando sus hijos estén presentes, señale a las personas que están haciendo cosas que van más allá de lo esperado y sea específico acerca de aquello por lo que está agradecido". Por ejemplo, si un amigo lleva y trae a su hijo al fútbol, dígale algo como: “Gracias por traer a mi hijo a casa. Me siento muy agradecida de tener un amigo como tú que puede apoyarme cuando necesito ayuda”.
Que ganen privilegios
Empezó pequeño. Tu hijo se enfureció porque no podía tener un juguete y tú cediste. Luego te exigen en qué restaurante comerás sin mostrar ninguna gratitud cuando aceptas. Ningún padre se propone criar intencionalmente a niños mimados, pero si a los niños siempre se les da lo que quieren, ¿por qué deberían estar agradecidos?
Según el Dr. Adelayo, los padres pueden enseñar a sus hijos a ser agradecidos haciéndoles ganar privilegios. Y no, no tiene por qué ser necesariamente una asignación. ¿Quieren un nuevo par de zapatos modernos y caros? Haga que se los ganen mediante tareas como poner y recoger la mesa. Mientras realizan la actividad, hazles saber que notas el arduo trabajo que están realizando, ya que esto ayudará a reforzar los comportamientos positivos. Cuando los niños obtienen privilegios, su aprecio y gratitud aumentan. Y, como beneficio adicional, ¡se sentirán muy bien consigo mismos y también con su ética de trabajo!
Sea voluntario y done juntos
Nada puede ayudar más a un niño que ver el mundo desde una perspectiva o lente diferente. Regístrese para ofrecerse como voluntario empacando alimentos, alimentando a las personas sin hogar y trabajando donde puedan ver el impacto que están teniendo en las vidas de los menos afortunados que ellos.
La próxima vez que llene una bolsa de juguetes y ropa para donar, explíquele a su hijo por qué está juntando artículos y pregúntele si hay cosas que quiera donar. Llévalos al centro de donación y pídeles que te entreguen la bolsa. De camino a casa, pregúnteles cómo los hizo sentir eso y comparta lo agradecido que estará alguien cuando reciba esos artículos.
iniciar un ritual
Una forma sencilla y fácil de inculcar gratitud es hablar de ello durante la cena o el desayuno, siempre que puedan estar juntos alrededor de la mesa. Haga que todos enumeren una cosa que les encantó de su día. Al principio, puede resultar difícil pensar en cosas sencillas; no te preocupes, sólo hace falta práctica. Poco a poco su niño o adolescente comenzará a ver que incluso en los días difíciles, siempre hay algo por lo que podemos estar agradecidos. Para los niños mayores y los adolescentes, el Dr. Adelayo recomendó llevar un diario. "Ayudarles a expresar su gratitud les ayudará a desarrollar su resiliencia y a crear habilidades para la vida".
Ser paciente
Si su hijo aún no experimenta toda la emoción de la gratitud, dele tiempo y obsérvelo de cerca. Puede ser que expresen su agradecimiento de otra manera. En lugar de un “gracias”, es posible que prefieran abrazos.
Una actitud de gratitud es una experiencia interna y compleja, pero utilizar los consejos anteriores ayudará a construir una buena base para su hijo.
Independientemente de estos consejos que debe tener en cuenta, si su hijo o adolescente tiene dificultades, no tema buscar ayuda profesional. Visite doctores.bannerhealth.com para encontrar ayuda cerca de usted.