Quizás estés lidiando con algunos problemas gastrointestinales desagradables. Tienes diarrea, calambres abdominales y tal vez sangre en las heces. Además, es posible que te sientas cansado, no tengas mucho apetito y estés perdiendo peso sin esforzarte.
Estos síntomas pueden ser signos de dos tipos diferentes de enfermedad inflamatoria intestinal: la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU). Ambas son enfermedades crónicas que afectan el sistema digestivo y tienen muchas cosas en común. Ambas:
- Puede ocurrir a cualquier edad, pero a menudo se desarrolla en adolescentes y adultos jóvenes.
- Afecta a hombres y mujeres por igual.
- Tienen síntomas similares.
- Puede ser causada por una variedad de factores, incluida la genética, desencadenantes ambientales, un desequilibrio de las bacterias intestinales y respuestas inadecuadas del sistema inmunológico.
“No tenemos una buena comprensión de por qué las personas desarrollan EC o CU”, dijo Avin Aggarwal , DOCTOR, gastroenterólogo de Banner - University Medicine. “Y el curso de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa a veces es impredecible. Seleccionar estrategias de tratamiento adecuadas requiere un enfoque personalizado para cada paciente”.
Algunos pacientes se recuperan después de un solo ataque o permanecen en remisión durante años, mientras que otros suelen necesitar hospitalización y cirugía. Algunas personas presentan muchos síntomas, mientras que otras presentan solo unos pocos. Y algunas personas presentan síntomas intensos que aparecen con frecuencia, mientras que otras solo presentan problemas leves y ocasionales.
A continuación se muestra cómo estas condiciones se diferencian entre sí
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son dos tipos de enfermedades inflamatorias del intestino. Tienen algunas características diferentes, pero se superponen sustancialmente.
La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Se produce una inflamación que afecta a todas las capas de la pared intestinal. Es posible que haya segmentos de intestino enfermo intercalados con áreas de intestino normal. Es posible que se acumule tejido cicatricial que provoque el estrechamiento de los intestinos.
En el caso de la colitis ulcerosa, solo se produce inflamación en la capa interna del intestino grueso. Por lo general, esta inflamación se extiende de forma continua al intestino grueso. Es posible que se forme tejido cicatricial, pero es poco probable que provoque un estrechamiento o un bloqueo de los intestinos, como ocurre en la enfermedad de Crohn.
Cómo diagnosticar la EC y la CU
Si su doctor sospecha que padece la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, probablemente le recomendará que se haga una colonoscopia , que examina el intestino grueso. Una colonoscopia generalmente mostrará si tiene EC o colitis ulcerosa y qué tan grave es su enfermedad.
“Entre el 10% y el 15% de las personas con inflamación del colon tienen colitis indeterminada. Eso significa que es difícil determinar si tienen EC o colitis ulcerosa”, dijo el Dr. Aggarwal. Otras pruebas, como radiografías, tomografías computarizadas, análisis de sangre y sigmoidoscopias, pueden ayudar a diagnosticar estas enfermedades y determinar su gravedad.
“El diagnóstico correcto es importante para determinar la gravedad de la enfermedad, identificar las complicaciones asociadas con cada enfermedad, planificar el tratamiento y predecir los resultados a largo plazo”, afirmó el Dr. Aggarwal.
Opciones de tratamiento para EC y CU
Es fundamental tratar ambas afecciones. Sin el tratamiento adecuado, los síntomas pueden empeorar mucho y aumenta el riesgo de complicaciones como abscesos, obstrucciones, desnutrición y anemia. Además, el cáncer de colon puede ser una complicación grave de la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn a largo plazo, incluso en personas que están en remisión.
“Con el diagnóstico y el tratamiento, muchas personas ven una mejora en su calidad de vida porque finalmente pueden abordar los problemas que estaban experimentando”, dijo el Dr. Aggarwal.
Tanto para la enfermedad de Crohn como para la colitis ulcerosa, el tratamiento puede ayudar:
- Controlar la inflamación
- Aliviar los síntomas
- Prevenir la recurrencia
- Maximizar la calidad de vida
“Es importante utilizar un enfoque personalizado para tratar ambos tipos de enfermedad inflamatoria intestinal porque cada persona y cada caso son diferentes”, afirmó el Dr. Aggarwal.
Las opciones de tratamiento para ambas afecciones incluyen:
- Medicamentos como aminosalicilatos (5-ASA), corticosteroides, inmunomoduladores y antibióticos.
- Terapias biológicas, que son medicamentos que ayudan a controlar enfermedades al bloquear vías específicas de inflamación en el intestino.
- Estrategias nutricionales para probar durante los brotes, como comer comidas más pequeñas y frecuentes que incluyan pescado graso y limitar la cafeína, las ciruelas pasas y las frutas y verduras frescas.
- Terapias complementarias como mindfulness, hipnosis, acupuntura, yoga y ejercicio para ayudar a controlar los síntomas.
Las personas que no controlan sus síntomas con medicamentos y otras terapias o que tienen ciertas complicaciones pueden necesitar cirugía para extirpar la parte enferma de su sistema digestivo.
“Se desarrollan constantemente nuevos tratamientos basados en la investigación del papel del sistema inmunológico en los síntomas de la EII”, afirmó el Dr. Aggarwal.
Con un tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, la mayoría de las personas con EC y CU pueden vivir sus vidas tal como lo hacían antes de recibir el diagnóstico. Si bien el curso es más desafiante para algunas personas que para otras, dependiendo de su enfermedad y de cómo respondan al tratamiento, la mayoría de las personas pueden esperar vivir una vida larga y plena.
El resultado final
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, dos tipos diferentes de enfermedades inflamatorias del intestino, tienen síntomas similares, entre ellos diarrea, calambres abdominales, sangre en las heces, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicable. Si tiene estos síntomas, hable con su doctor. El diagnóstico correcto puede ayudarlo a encontrar el tratamiento adecuado para que pueda controlar su enfermedad.
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