En tanto que un pequeño raspón o cortada no representa mayor problema para algunos, puede conducir a complicaciones serias para quienes tienen diabetes.
Una serie de factores pueden afectar la habilidad de tu cuerpo para sanar heridas cuando tienes diabetes. El bloqueo prematuro de las arterias y el daño a los nervios, llamados enfermedad arterial periférica y neuropatía (en inglés) diabética, respectivamente, son algunos de los efectos secundarios de la diabetes que pueden jugar un papel importante en retrasar el proceso de curación.
“Una neuropatía puede disminuir la respuesta protectora del cuerpo al dolor, de manera que los diabéticos podrían incluso no percatarse de que un herida ha ocurrido”, dijo Darcie Groeper (en inglés), doctora en medicina osteopática (DO, por sus siglas en inglés), médico internista y especialista en manejo de heridas de la clínica Banner Baywood Wound Clinic (en inglés), de Mesa, Arizona. “Algo tan simple como una piedrita en el zapato puede llevar a la erosión de la piel y a una infección. Los huesos del pie se pueden llegar a fracturar y conducir a deformaciones como la deformidad de Charcot”, señaló.
Por esta razón – ¡y muchas más! – es de vital importancia que hables con tu proveedor de salud si tienes diabetes y sufres de una cortada, un raspón, una ampolla o una úlcera.
¿Qué sucede si no se atienden las heridas?
Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y funciona como una barrera protectora ante al mundo exterior. La presencia de una herida implica una apertura en esa barrera protectora, presentando oportunidades para que ingresen bacterias y ocurran infecciones. En los diabéticos, las heridas podrían tardar más tiempo en sanar y podrían ser particularmente riesgosas si no se atienden.
“Si no se atiende una cortada, la falta de flujo sanguíneo podría no sólo afectar al tejido subyacente, sino que podría llegar hasta el hueso”, dijo la doctora Groeper. “Este es un problema grave que puede resultar en la amputación de los dedos de los pies, una parte del pie, debajo de la rodilla y arriba de la rodilla”, advirtió.
Por este motivo, la atención inmediata a una lesión en el pie diabético es crucial. “El tratamiento podría incluir la apertura de las arterias, una cirugía para retirar el hueso enfermo, antibióticos intravenosos, el enyesado del pie, el uso de apósitos o vendaje para la herida e incluso oxigenoterapia hiperbárica (en inglés) para sanar la herida”, dijo la doctora Groeper. “En las clínicas de atención en manejo de heridas, como la de Banner, no sólo cuidamos de estas heridas, sino que enseñamos cómo prevenirlas”, afirmó.
El tratamiento adecuado de las heridas en pacientes con diabetes
No entres en pánico si se desarrolla una lesión. Desafortunadamente, es imposible prevenirlas en su totalidad (aunque compartiremos algunas sugerencias que podrían ser de utilidad más adelante), pero sí hay pasos que puedes seguir para iniciar el proceso de curación.
Limpia el área afectada con un jabón neutro y agua. Seca el área afectada por completo y aplica un ungüento antibacteriano tópico en el área. Luego, cubre la herida con un apósito o una venda. También debes evitar mojar el área en la ducha y no apoyar el pie en la mayor medida posible hasta que puedas ver a tu proveedor de salud.
“Podrías optar por una clínica de atención en manejo de heridas o un podiatra para que te ayuden con la curación”, dijo. “La clínica podría pedirte estudios de flujo sanguíneo, diagnóstico por imagen para detectar una posible infección, recetarte antibióticos, remover tejido muerto o infectado de la piel y enseñarte sobre el vendaje y cómo obtener el mejor calzado para promover la curación”, explicó.
La prevención de heridas como cortadas, úlceras y ampollas
Aunque no puedes prevenir por completo que ocurran las heridas, hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a reducir tu riesgo. Según la doctora Groeper, es cuestión del manejo de la diabetes, los cuidados de los pies y las uñas de los pies, y la realización de revisiones con regularidad.
El manejo de la diabetes
La diabetes no sólo afecta tu circulación; puede afectar a casi cualquier sistema del organismo. Por eso, es fundamental el manejo de la diabetes. “Mantener el nivel de azúcar en sangre (en inglés) lo más cercano a tu rango meta puede ayudar a reducir tu riesgo de todas las complicaciones relacionadas con la diabetes (en inglés)”, dijo la doctora Groeper.
El control de la diabetes incluye hacer ejercicio con regularidad, comer una dieta bien balanceada, tomar tus medicamentos como te fueron prescritos y dejar de fumar. Los cigarrillos y el tabaco contienen sustancias químicas que retrasan la curación y se asocian con los problemas circulatorios.
Los cuidados de los pies y las uñas de los pies
También puedes prevenir las heridas y las úlceras cuidando tus pies y las uñas de tus pies. Estos son algunos aspectos que debes mantener en mente:
- Evita caminar descalzo
- Humecta tus pies (pero no entre los dedos de tus pies)
- Mantén las uñas de los dedos de tus pies limpias y recortadas de manera recta
- Evita las almohadillas térmicas en los pies
- Usa calcetines de alta calidad para evitar las ampollas
- Usa el calzado adecuado para proteger tus pies de raspones y cortaduras accidentales
Examina tus pies con regularidad
La prevención de las heridas también implica una rutina diaria en el hogar de autoexaminación de tus pies y las uñas de tus pies. “Asegúrate de hacerlo con la misma regularidad con la que te cepillas los dientes. Llegarás a conocer bien a tus pies y podrás detectar cualquier cambio, por pequeño que sea, de inmediato”, dijo la doctora Groeper.
Revisa que no haya ampollas, resequedad, agrietamiento, descamación, áreas con enrojecimiento, callos o humedad entre los dedos de tus pies. Haz una cita con tu proveedor de salud si notas cualquiera de los anteriores.
“Tu doctor te puede asistir en hacer todas estas cosas, pero el que seas diligente en los cuidados de tus pies y de tu salud te beneficiará significativamente a largo plazo y tendrás una mejor calidad de vida”, concluyó la doctora Groeper.
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