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Diagnóstico de defectos cardíacos

El diagnóstico temprano de cardiopatías congénitas es muy importante para la salud de por vida. Las cardiopatías congénitas son problemas del corazón con los que nacen los bebés. La detección temprana de estos problemas permite a los profesionales de la salud desarrollar los planes de tratamiento adecuados.

Aprender cómo se diagnostican estos defectos cardíacos puede ayudar a tomar decisiones informadas y favorecer la salud general.

Pruebas comunes para diagnosticar defectos cardíacos congénitos

Los defectos cardíacos congénitos suelen diagnosticarse durante el embarazo. Sin embargo, a veces el diagnóstico solo se confirma después del nacimiento del bebé o incluso más adelante en la vida.

Exámenes prenatales (antes del nacimiento)

Existen algunos métodos diferentes que se utilizan para diagnosticar defectos cardíacos durante el embarazo:

Ecografía prenatal

Esta es la herramienta más común para diagnosticar cardiopatías congénitas. Una ecografía de rutina realizada entre las semanas 18 y 22 del embarazo a veces puede detectar defectos cardíacos. Durante el examen, el técnico examina el corazón del bebé para detectar problemas con su tamaño, forma o estructura.

Ecocardiograma fetal

Si se sospecha una cardiopatía congénita, se realiza una prueba más detallada llamada ecocardiograma fetal. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear una imagen detallada del corazón del bebé. Puede ayudar a los especialistas en atención médica a ver cómo se está formando y funcionando el corazón.

Pruebas genéticas

A veces, los defectos cardíacos están relacionados con enfermedades genéticas. Los especialistas pueden recomendar pruebas como la amniocentesis o la toma de muestras de vellosidades coriónicas para detectar problemas genéticos.

Análisis de sangre

Las pruebas prenatales no invasivas (NIPT, por sus siglas en inglés) son análisis de sangre que pueden detectar ciertas afecciones genéticas que podrían estar relacionadas con las cardiopatías congénitas. Sin embargo, las pruebas de sangre y genéticas por sí solas no pueden diagnosticar un defecto cardíaco. Solo indican la necesidad de realizar más pruebas.

Diagnóstico post nacimiento

Si una cardiopatía congénita no se detecta antes del nacimiento, a menudo se puede diagnosticar después del nacimiento del bebé o incluso más adelante en la vida. Existen varios métodos que se utilizan para identificar defectos cardíacos en recién nacidos y infantes, niños o adultos:

Examen físico

Inmediatamente después del nacimiento, un especialista en atención médica examina al bebé para detectar cualquier signo de problemas de salud. Utiliza un estetoscopio para escuchar sonidos cardíacos inusuales, como un soplo cardíaco . También verifica si hay signos como piel azulada (cianosis) o dificultad para respirar.

Oximetría de pulso

La oximetría de pulso es una prueba sencilla e indolora que mide la cantidad de oxígeno en la sangre de una persona. Se coloca un sensor sobre la piel, generalmente en la mano o el pie, para tomar una lectura. Los niveles bajos de oxígeno pueden ser un signo de un defecto cardíaco.

Ecocardiograma (eco)

Esta prueba es similar a una ecografía y examina el interior del corazón. Ayuda a los especialistas a ver cómo está funcionando el corazón y detectar problemas. Un ecocardiograma es importante para diagnosticar cardiopatías congénitas y planificar el tratamiento. No es invasivo y se puede realizar en recién nacidos, infantes, niños mayores y adultos.

Pruebas y procedimientos adicionales

Si las pruebas iniciales sugieren una cardiopatía congénita (CHD), los especialistas pueden realizar más pruebas para confirmar el diagnóstico y planificar el tratamiento.

A continuación se presentan algunas pruebas de seguimiento comunes para diagnosticar un defecto cardíaco congénito:

Electrocardiograma (ECG o EKG)

Un ECG mide la actividad eléctrica del corazón. Puede ayudar a los especialistas a detectar ritmos cardíacos irregulares y otros problemas relacionados con las cardiopatías congénitas. Se colocan pequeños sensores en el pecho, los brazos y las piernas para tomar lecturas.

Radiografía de tórax

Una radiografía de tórax proporciona una imagen del corazón, los pulmones y los huesos del tórax. Ayuda a los especialistas a ver el tamaño y la forma del corazón. Esta prueba también puede mostrar si hay líquido en los pulmones, lo que a veces ocurre con un defecto cardíaco.

Resonancia magnética cardíaca

Una resonancia magnética cardíaca utiliza imanes potentes y ondas de radio para tomar imágenes claras del corazón. Esta exploración proporciona más información sobre la estructura y el funcionamiento del corazón que un ecocardiograma. Es especialmente útil para defectos cardíacos complejos.

Las resonancias magnéticas cardíacas permiten observar el flujo sangre que entra y sale del corazón. También pueden medir el tamaño de las cavidades cardíacas y los vasos sangre principales. Las resonancias magnéticas pueden detectar signos de infección, tumores u otras afecciones cardíacas.

Cateterismo cardíaco

En esta prueba más invasiva, se inserta un tubo delgado (catéter) en un vaso sangre y se lo guía hasta el corazón. Esta prueba permite a los especialistas ver el interior del corazón y medir la presión y los niveles de oxígeno. También ayuda a planificar tratamientos quirúrgicos u otros.

Tomografías computarizadas

Una tomografía computarizada utiliza rayos X para tomar imágenes detalladas del corazón y los vasos sangre . Proporciona más información sobre la estructura y el funcionamiento del corazón. Esta prueba es útil para diagnosticar defectos cardíacos complejos.

Modelado tridimensional (3D) del corazón

Los especialistas en atención médica pueden utilizar la impresión 3D para ayudar a diagnosticar y tratar problemas cardíacos. Esta tecnología le permite a usted y a su familia sostener un modelo físico del corazón. El modelo se realiza a partir de una tomografía computarizada o una resonancia magnética. Ayuda a los especialistas a comprender mejor la afección cardíaca y a decidir el mejor tratamiento.

Comprender el diagnóstico y los próximos pasos

Una vez que se diagnostica un defecto cardíaco, su médico analizará los resultados con usted y le explicará el tipo de defecto, su gravedad y los posibles tratamientos.

Los tratamientos para las cardiopatías congénitas pueden variar según el tipo de defecto y la salud general. Algunos tratamientos comunes incluyen:

Medicamentos: Los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la función cardíaca. Pueden utilizarse para tratar la presión sangre alta, controlar los latidos cardíacos irregulares o reducir la acumulación de líquido.

Cirugía: Puede ser necesaria una cirugía para reparar el defecto cardíaco. El tipo de cirugía depende del defecto. Algunos procedimientos comunes incluyen cerrar orificios en el corazón, reparar o reemplazar válvulas y ensanchar los vasos sangre .

Procedimientos intervencionistas: algunas cardiopatías congénitas se pueden tratar con procedimientos menos invasivos que la cirugía. Estos procedimientos, como la angioplastia con balón o la colocación de un stent, suelen realizarse durante el cateterismo cardíaco.

Las personas con cardiopatías congénitas, tanto niños como adultos, pueden necesitar cuidados durante toda la vida. Los controles regulares con un cardiólogo pediátrico o de adultos son importantes para controlar la salud cardíaca y detectar cualquier problema. Con la atención y el tratamiento adecuados, muchas personas con cardiopatías congénitas pueden llevar una vida sana y activa.

Obtenga más información sobre el tratamiento y la vida con un defecto cardíaco congénito .

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