Hoy en día, los niños se enfrentan a una amplia gama de factores estresantes: demasiados compromisos, problemas con los amigos y la presión de las tareas escolares. Si bien el estrés es una parte natural de la vida, es posible que a su hijo le resulte difícil controlarlo de manera eficaz. A menudo, los niños carecen de los mecanismos de afrontamiento que los adultos desarrollan con el tiempo, y el estrés que sienten puede manifestarse de diferentes maneras.
Bahar Altaha, DOCTOR, psiquiatra de niños y adolescentes del Banner Behavioral Health Hospital, explicó: "Si su hijo comienza a quejarse de síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago, ritmo cardíaco acelerado, dificultad para respirar o muestra cambios en el sueño, el apetito, el estado de ánimo o el comportamiento, es posible que esté mostrando signos de estrés".
Programar tiempo de inactividad
Uno de los mayores factores de estrés para los niños es la sobrecarga de actividades. Los niños suelen tener vidas muy ocupadas, llenas de actividades escolares, extracurriculares y eventos sociales. Lamentablemente, incluso las actividades divertidas pueden resultar abrumadoras si no hay tiempo para relajarse. Con el tiempo, el énfasis pasa del disfrute al logro y la competencia.
La Dra. Altaha recomendó que los padres creen oportunidades para que sus hijos se relajen. "Encuentre tiempo al menos algunas noches a la semana para que su hijo simplemente se relaje y no piense en horarios ni compromisos", sugirió.
Permitirle un tiempo de inactividad ayuda a su hijo a recargarse y evita el agotamiento. Haga de la relajación una prioridad, ya sea una tarde tranquila en casa, leer juntos o simplemente dejar que su hijo disfrute de un tiempo de juego libre.
Tener tiempo a solas
Los niños necesitan pasar tiempo de calidad con sus padres. Aunque no siempre lo demuestren, anhelan la atención y la conexión con sus cuidadores. Una simple conversación diaria puede hacer maravillas para aliviar sus preocupaciones.
La Dra. Altaha aconsejó: "Pasar tan solo 30 minutos con su hijo cada día para repasar su día puede ayudarlo a sentirse escuchado y apoyado". Este momento individual puede ser durante la cena, mientras conduce hacia la escuela o antes de acostarse, lo que sea mejor para ambos. Siga una rutina para que su hijo sepa cuándo esperarlo.
Crea una rutina para la hora de dormir
El sueño es un factor fundamental para controlar el estrés. Los niños que no descansan lo suficiente pueden experimentar un aumento de la ansiedad o la irritabilidad. Para ayudar a su hijo a dormir lo suficiente, establezca una rutina relajante para la hora de acostarse.
Para los niños de 6 a 12 años, la cantidad recomendada de sueño es de 10 a 11 horas, mientras que los adolescentes de 13 a 18 años deben dormir de 8 a 9 horas. La Dra. Altaha sugirió crear una rutina de 30 a 45 minutos antes de acostarse para ayudar a su hijo a relajarse de las actividades del día. Esto puede incluir leer, tomar un baño tibio o escuchar música relajante.
Si su hijo sufre de ansiedad, puede resultarle útil tener un diario de preocupaciones junto a la cama. "Déjele que escriba sus preocupaciones del día antes de acostarse", dijo la Dra. Altaha. "Esto le ayudará a descargar sus pensamientos y a despejar la mente". Además, las aplicaciones de meditación o relajación diseñadas para niños, como la meditación para dormir o los ejercicios de respiración guiada, también pueden ayudarlos a relajarse.
Limite el uso de las redes sociales
En el mundo digital actual, las redes sociales pueden contribuir significativamente al estrés de su hijo. Desde la presión de los compañeros hasta el acoso cibernético, existen muchos desafíos que surgen con la interacción en línea. Las escuelas están comenzando a abordar estos problemas a través de programas educativos, pero como padre, es importante asumir un papel activo en la gestión del tiempo que su hijo pasa frente a la pantalla.
La Dra. Altaha recomendó "supervisar el uso que hace su hijo de la tecnología, establecer límites y hablar con él periódicamente sobre las aplicaciones o plataformas que utiliza". Si mantiene un diálogo abierto, puede ayudar a su hijo a navegar por el mundo digital de forma más segura y responsable.
Modele una buena gestión del estrés
El estrés puede ser contagioso y, si usted se siente abrumado, su hijo puede percibirlo. Los niños aprenden con el ejemplo, por lo que es importante darles el ejemplo de formas saludables de lidiar con el estrés. Ya sea haciendo ejercicio, practicando un pasatiempo o simplemente respirando profundamente, mostrarle a su hijo cómo manejar el estrés puede tener un impacto duradero en su propia capacidad para lidiar con él.
“Como padres, debemos ser modelos a seguir. Si queremos que nuestros hijos reduzcan el estrés, nosotros también deberíamos reducirlo”, afirmó la Dra. Altaha. Esto significa practicar lo que predicas: si puedes tomarte el tiempo para relajarte y manejar el estrés de manera saludable, es más probable que tu hijo haga lo mismo.
Además, los niños suelen sentirse presionados a ser perfectos. Recuérdele a su hijo que está bien cometer errores y que no tiene por qué saberlo todo. Cuando cometa un error, asuma la responsabilidad y muéstrele cómo manejar los contratiempos con elegancia.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si su hijo continúa mostrando signos de estrés o ansiedad graves, puede que sea el momento de buscar ayuda profesional. Banner Behavioral Health ofrece recursos y apoyo para ayudar a su hijo a afrontar el estrés de forma saludable. Comuníquese con un experto de Banner Behavioral Health cerca de usted para obtener orientación.
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