Si estás teniendo problemas para caminar, el uso de una andadera puede mantenerte seguro y mejorar tu movilidad. Pero puede ser difícil decidir si requieres de una andadera. Y si necesitas una, hay varios tipos de donde elegir. Tiffany Kinkade, una fisioterapeuta de Banner Home Care and Medical Equipment (en inglés) de Gilbert, Atizona, comparte sugerencias para ayudarte con las decisiones que debes tomar.
¿Cómo saber si requieres de una andadera?
“Observa la calidad de tu andar”, dijo Kinkade. Te puedes hacer las siguientes preguntas:
- ¿Ha cambiado la distancia que puedo caminar?
- ¿Cómo luce mi andar? ¿Me inclino hacia adelante, camino más despacio, cojeo o me cuesta trabajo levantar los pies del suelo?
- ¿Me siento seguro al caminar o tengo miedo de caerme?
Usar una andadera podría ser una buena elección si estás enfrentando dificultades para caminar. Habla con tu doctor y pregúntale si debes ver a un fisioterapeuta (en inglés) o a un terapeuta ocupacional (en inglés). “Las andaderas deben ajustarse al tamaño y ser evaluadas para encontrar la mejor para tu tipo de cuerpo y capacidades físicas”, explicó Kinkade.
¿Qué tipos distintos de andaderas están disponibles?
Hay varias andaderas de donde elegir, dependiendo de tus necesidades:
- Las andaderas con ruedas delanteras tienen dos ruedas al frente y patas atrás. Típicamente, no tendrán frenos, ya que las patas traseras las detienen en su lugar cuando no estás caminando. Proporcionan buena estabilidad y puedes maniobrar dentro de tu casa con ellas.
- Las andaderas de cuatro ruedas incluyen frenos y un asiento que puedes usar si necesitas descansar. Son más voluminosas que las andaderas que sólo tienen ruedas delanteras, pero son una buena elección si necesitas andar en superficies disparejas.
- Las andaderas verticales le proveen apoyo a tu cuerpo por debajo de tus antebrazos, por lo cual te ayudan a alinear tu postura. Pueden tener dos o cuatro ruedas. Sin embargo, son pesadas y más incómodas al dar vueltas, haciéndolas más difíciles de transportar.
- Algunas andaderas han sido diseñadas para para personas con ciertas condiciones médicas en específico. Por ejemplo, hay andaderas diseñadas para quienes tienen la enfermedad Parkinson que proporcionan estimulación sensorial para mejorar el patrón de marcha, para que el individuo tome pasos más largos y rítmicos. Las andaderas bariátricas son más anchas y de estructura más sólida para soportar a personas de contextura más grande.
¿Cómo puedo saber qué tipo de andadera necesito?
Tu doctor, fisioterapeuta o terapeuta ocupacional y un representante de una empresa de equipo médico duradero pueden explicarte tus opciones. Las andaderas están diseñadas para adaptarse a especificaciones de altura y peso, así es que es importante que los profesionales en salud te orienten.
Medicare y la mayoría de las compañías de seguros cubren el costo de una andadera. Pero vas a necesitar que tu doctor te proporcione una receta médica, incluyendo tu diagnóstico. Y la mayoría de las compañías de seguros sólo cubren una andadera cada cinco años. “De manera que es importante recibir una recomendación para que obtengas la andadera correcta”, dijo Kinkade.
Una vez que tengas tu andadera, un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional te dará consejos que te ayudarán a utilizarla apropiadamente.
Si sólo necesitarás una andadera a corto plazo, digamos, para su uso posterior a una cirugía o lesión, puedes hablar con tu médico o un trabajador social. Puedes encontrar andaderas en renta a corto plazo, a bajo costo o sin costo alguno, en muchas comunidades.
En conclusión
Una andadera puede mejorar tu movilidad y ayudarte a permanecer seguro. El equipo de personal al cuidado de tu salud puede colaborar contigo para encontrar la andadera correcta para tu talla y necesidades en específico. Comunícate con Banner Health para localizar a un profesional de salud que cuenta con la experiencia necesaria para recomendarte una andadera.