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¿Podría mi hijo tener un tumor óseo? Guía para padres

Como padre, es natural que se preocupe si su hijo tiene dolor o si ha notado algo diferente en su forma de moverse. Quizás se pregunte si su hijo tiene dolores de crecimiento normales o algo más grave.

A veces, el dolor o los cambios en el movimiento son causados ​​por tumores óseos. Un tumor óseo es un crecimiento anormal en el hueso. "Los tumores se forman cuando las células crecen descontroladamente. A veces afectan el hueso y el tejido circundantes", explicó el DoctorAhmed Elabd , cirujano ortopedista pediátrico de Banner - University Medicine.

La palabra tumor puede ser alarmante, pero la mayoría de los tumores óseos en niños no son cancerosos. A menudo no causan síntomas. Cuando sí los causan, suelen ser tratables, especialmente si se detectan a tiempo.

Los tumores óseos se dividen en dos tipos principales:

Tumores óseos benignos (no cancerosos)

Estos son los tipos más comunes de tumores óseos. Suelen ser similares al tejido normal circundante y no se propagan a otras partes del cuerpo. Podrían requerir seguimiento y, si causan molestias, podrían ser necesarios su extirpación.

El Dr. Elabd dijo que los tumores óseos benignos comunes en los niños incluyen:

  • Osteocondroma
  • fibroma no osificante
  • osteoma osteoide
  • Condroblastoma
  • Tumor de células gigantes del hueso
  • Quistes óseos, incluidos los quistes óseos unicamerales (UBC) y los quistes óseos aneurismáticos (ABC)

Tumores malignos (cancerosos)

Los tumores óseos malignos en niños son poco frecuentes, pero requieren atención médica inmediata. Incluso si un tumor es canceroso, los tratamientos modernos suelen ser eficaces.

Los tipos más comunes de tumores malignos en niños son:

  • Osteosarcoma, que a menudo afecta huesos largos como los de los brazos y las piernas.
  • sarcoma de Ewing

Signos y síntomas: ¿Cuándo debo preocuparme?

Si su hijo tiene alguno de estos síntomas, comuníquese con un proveedor de atención médica:

  • Dolor persistente: El dolor persistente, especialmente si empeora por la noche o después de la actividad y se agrava con el tiempo, debe revisarse. "Puede sentirse como un dolor sordo, similar a un dolor de muela", dijo el Dr. Elabd. Si bien muchas afecciones pueden causar dolor, es recomendable descartar cualquier problema grave.
  • Hinchazón o bulto: Un bulto o hinchazón cerca de una articulación o hueso podría ser un signo de crecimiento anormal. "Este puede ser el primer signo de un tumor en el hueso o en los tejidos blandos. Estas áreas suelen ser firmes y pueden ser sensibles al tacto", explicó el Dr. Elabd.
  • Fracturas patológicas: Estas fracturas se producen en zonas óseas ya debilitadas por un tumor óseo benigno o maligno, o por un quiste óseo. Se detectan en las radiografías tomadas para examinar la fractura. "El equipo médico analizará los hallazgos y los próximos pasos con la familia", explicó el Dr. Elabd.
  • Otros síntomas: Algunos tumores pueden causar fiebre, fatiga, sudores nocturnos o pérdida de peso.

¿Qué pasa si mi hijo necesita hacerse pruebas?

Las pruebas son un paso importante para obtener un diagnóstico preciso. Recuerde que muchos tumores óseos son benignos y que las pruebas no significan que su hijo tenga cáncer.

Si el médico de su hijo sospecha que tiene un tumor óseo, es posible que recomiende pruebas como:

  • Radiografías y resonancias magnéticas: «La evaluación suele comenzar con una radiografía de la zona afectada, seguida de una resonancia magnética», explicó el Dr. Elabd. Estas pruebas de imagen pueden mostrar el tamaño, la ubicación y el efecto del tumor en los tejidos circundantes.
  • Biopsia: Se extrae una pequeña cantidad de tejido, generalmente sin incisión y con guía mediante tomografía computarizada o ecografía. La muestra de tejido se puede analizar en un laboratorio para determinar si es cancerosa. En el caso de tumores cancerosos, podrían ser necesarias pruebas adicionales para determinar si el cáncer se ha propagado.
  • Análisis de sangre : estas pruebas no siempre son necesarias, pero su proveedor podría solicitarlas para obtener más información sobre la salud de su hijo.

Mi hijo tiene un tumor óseo: ¿qué sigue?

Si a su hijo le diagnostican un tumor óseo, los siguientes pasos dependen de si el tumor es benigno o maligno:

  • Tumores benignos: Es posible que deban controlarse con el tiempo para asegurarse de que no crezcan ni causen problemas. Algunos pueden tratarse con inyecciones. Generalmente, pueden extirparse con un procedimiento sencillo si es necesario.
  • Tumores malignos: Estos pueden necesitar cirugía, quimioterapia y/o radiación, dependiendo del tipo de tumor y dónde se encuentra.

Su proveedor puede ayudarle a comprender todas las opciones de tratamiento disponibles para que pueda tomar las mejores decisiones para su hijo. Un equipo de expertos, que generalmente incluye un oncólogo médico, un cirujano oncológico musculoesquelético, un radiólogo intervencionista, un patólogo y, si es necesario, un oncólogo radioterapeuta, puede guiarlos a usted y a su hijo durante el tratamiento y la recuperación.

“Asegúrese de explicarle el diagnóstico e involucrar a su hijo en cada aspecto de su tratamiento. Ese proceso suele comenzar en el consultorio del doctor y continuar en casa”, dijo el Dr. Elabd.

La vida diaria con un tumor óseo: lo que los padres deben saber

A continuación encontrará respuestas a algunas preguntas comunes sobre los tumores óseos pediátricos:

¿Puede mi hijo seguir practicando deportes?

Depende del tipo de tumor y del tratamiento. Es posible que su hijo deba evitar deportes de alto impacto, pero la mayoría puede participar en actividades menos extenuantes. Consulte siempre con el médico de su hijo antes de comenzar cualquier deporte o actividad.

¿Qué puede ayudar con el dolor de mi hijo?

Su doctor podría recomendar medicamentos, fisioterapia o ajustes en el estilo de vida para aliviar el dolor y las limitaciones de movimiento después del tratamiento. Descansar y seguir las indicaciones médicas puede ayudar a su hijo a recuperarse.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo emocionalmente?

El Dr. Elabd enfatizó la importancia del apoyo parental. Su hijo puede sentirse frustrado, asustado o aislado. "Estar presente y escuchar es el primer paso para apoyar a su hijo. Tranquilizarlo y mantener un ritmo de vida normal pueden ayudarlo durante estos momentos difíciles", dijo.

Fomente conversaciones abiertas y mantenga a su hijo involucrado en pasatiempos, tiempo en familia y actividades sociales. Considere la posibilidad de recibir terapia profesional si su hijo tiene dificultades emocionales.

¿Dónde puedo encontrar ayuda y apoyo?

Afrontar el diagnóstico de un tumor óseo en su hijo puede resultar abrumador, pero estos recursos pueden ayudar:

  • Los especialistas pediátricos con experiencia en tumores óseos pueden brindar atención experta.
  • Los grupos de apoyo para padres pueden ofrecer conexión y asesoramiento de otras personas que entienden por lo que estás pasando.

El resultado final

Los tumores óseos en niños pueden ser alarmantes, pero la mayoría no son cancerosos y pueden tratarse. Si su hijo presenta dolor persistente u otros síntomas que le preocupan, confíe en su instinto y consulte con un profesional de la salud o un experto de Banner Health . El diagnóstico temprano marca la diferencia.

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