A diario caminamos. Vamos a la cocina a tomar un café. Paseamos al perro. Incluso podemos ir caminando al trabajo. Pero ¿sabías que este simple gesto de mover un pie delante del otro a lo largo del día también puede ser muy beneficioso para la salud?
En lo que respecta a la salud cardiovascular , correr puede ser muy popular, pero caminar es una de las formas de ejercicio más accesibles y subestimadas, que casi todos pueden practicar. Es gratis y se puede hacer prácticamente en cualquier lugar. Y además: ¡caminar regularmente cada semana podría incluso alargar tu vida !
Los beneficios de caminar
“Caminar sin duda tiene muchos beneficios, tanto físicos como mentales, y es una de las maneras más efectivas de mantenerse sano, vivir más y mantener un peso saludable”, afirmó Anna Freemyer-Brown , DO, cirujano ortopedista de Banner Health Clinic en Colorado. “Es tan sencillo que casi todo el mundo puede hacerlo”.
Caminar para mantenerse en forma puede ayudarle a:
- Reduzca su riesgo de padecer enfermedades cardíacas y enfermedad arterial periférica (EAP) , cáncer o desarrollar diabetes tipo 2
- Mejora la salud del corazón, aumentando la ingesta de oxígeno, fortaleciendo el corazón para bombear más sangre, mejorando la circulación y bajando la presión sangre .
- Retrasar el desarrollo de la artritis y la pérdida de masa ósea.
- Controle su diabetes y su peso
- Tonificar los músculos
- Proporciona alivio de la artritis y el dolor de espalda.
- Promover un sueño reparador
- Mejora tu estado de ánimo
Siete consejos para empezar un entrenamiento de caminata
¿Listo para salir? Antes de ponerte los calcetines y los zapatos, ten en cuenta estos consejos.
- Encuentra el calzado adecuado. Un buen par de zapatos para caminar con buen soporte para el arco y flexibilidad te ayudará a recorrer mayores distancias con comodidad.
- Empieza con paseos más cortos. Si has estado inactivo, empieza con paseos cortos y poco a poco, y ve aumentando la intensidad a lo largo de un par de semanas o meses.
- Calienta. Antes de caminar a un ritmo moderado o rápido, camina unos minutos a un ritmo más lento para preparar el cuerpo.
- Tómate un día de descanso. Observa cómo caminar afecta tu cuerpo y determina si necesitas incluir días de descanso.
- Estírate suavemente después. No estires los músculos fríos. Espera para estirar suavemente después de caminar.
- Da pasos largos, pero no te esfuerces demasiado. Es posible estirar demasiado las piernas al caminar, lo que puede forzar las articulaciones y provocar tirones musculares. Intenta encontrar tu punto óptimo para caminar.
- Lleva un registro de tu progreso. Considera usar un podómetro o un monitor de actividad física para seguir tu progreso y motivarte a caminar más.