El menisco (que suele llamarse cartílago) es la estructura que se encuentra en la rodilla, entre la tibia y el fémur, y actúa como amortiguador de las piernas. Hay dos meniscos en cada articulación de la rodilla: el menisco medial (en el interior de la rodilla) y el menisco lateral (en el exterior de la rodilla).
Los desgarros de menisco son muy comunes, especialmente entre los deportistas, pero pueden ocurrirle a cualquiera. A veces ocurren debido a movimientos simples, como levantarse demasiado rápido después de una sentadilla.
Los meniscos suelen romperse cuando una persona tuerce la parte superior de la pierna mientras el pie está apoyado en el suelo y la rodilla está doblada. Estos desgarros se denominan desgarros traumáticos. Los desgarros suelen ocurrir durante movimientos repentinos, momentos de alto impacto o durante movimientos torpes y sin equilibrio.
Los desgarros degenerativos (atraumáticos) suelen producirse con la edad. En estos casos, los pequeños desgarros de menisco que se producen con el tiempo agravan la rodilla y podrían requerir tratamiento. A medida que el menisco se debilita, los desgarros traumáticos también pueden producirse con mayor facilidad.
Usted puede correr un mayor riesgo de sufrir un desgarro de menisco si:
El primer signo de un desgarro de menisco suele ser un chasquido alrededor de la articulación de la rodilla. Otros síntomas de un desgarro de menisco incluyen:
Si la rodilla se bloquea y no puede doblarla ni estirarla por completo, debe buscar ayuda médica de inmediato. También debe comunicarse con un proveedor de atención médica si alguno de estos síntomas continúa durante más de unos días después de lesionarse la rodilla.
La rodilla se mantiene unida por muchos ligamentos (tejido que conecta los huesos con los huesos) y tendones (tejido que conecta los músculos con los huesos).
Otras lesiones de rodilla comunes involucran los ligamentos conocidos como LCA, LCM y LCP. Los desgarros de menisco y las lesiones de ligamentos tienen la misma sensación de chasquido cuando se produce la lesión. Los desgarros de menisco tienen más probabilidades de “bloquear” la rodilla, lo que dificulta estirar la pierna. Sin embargo, un desgarro de ligamento generalmente hace que la rodilla sea inestable.
Cuando se desgarra un menisco, también pueden dañarse otros tejidos o incluso la superficie de la articulación. Su médico examinará su rodilla y comprobará su amplitud de movimiento. Esto puede incluir doblar, estirar y rotar la rodilla lesionada.
Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, ecografías y resonancias magnéticas, también ayudarán al médico a determinar la extensión total de la lesión y el mejor tratamiento. Estas pruebas pueden proporcionar imágenes detalladas de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa, lo que permite un diagnóstico preciso del desgarro del menisco y de cualquier daño o enfermedad asociada en un ligamento circundante.
Su proveedor también considerará su historial médico durante el proceso de diagnóstico para comprender cualquier condición preexistente que pueda afectar las decisiones de tratamiento.
Los pequeños desgarros de menisco pueden curarse con el método RICE:
Tomar un medicamento antiinflamatorio no esteroide (AINE) de venta libre, como ibuprofeno (Advil/Motrin), o un analgésico como paracetamol (Tylenol), puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la hinchazón. También se puede recomendar fisioterapia para fortalecer los músculos circundantes, así como la movilidad y la estabilidad de la rodilla, y reducir el dolor.
Algunas lesiones de menisco se curan con un tratamiento no quirúrgico. Sin embargo, si se trata de un desgarro agudo o si experimenta síntomas prolongados, es posible que sea necesario un tratamiento quirúrgico.
Si su rodilla no responde al tratamiento o si la lesión es grave, su doctor puede recomendarle una cirugía artroscópica (cirugía de rodilla con endoscopio). Se trata de una cirugía mínimamente invasiva en la que se inserta una pequeña cámara en la articulación de la rodilla para observarla desde el interior. Luego, el cirujano puede utilizar pequeños instrumentos conectados al endoscopio para reparar el tejido dañado.
La cirugía de menisco suele durar solo una hora y es muy exitosa. La recuperación en casa demora aproximadamente de 2 a 4 semanas. La fisioterapia después de la cirugía puede ayudarlo a volver a sus actividades normales más rápido y con más fuerza.
Al igual que todos los daños en los tejidos blandos, los desgarros de menisco necesitan tiempo para sanar . Independientemente del tratamiento, su médico puede decirle cuánto tiempo debe permanecer fuera de las canchas antes de volver a practicar su actividad o deporte favorito.
Los desgarros de menisco pueden ocurrir debido a una lesión accidental, pero la mayoría son degenerativos. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo:
Si sospecha que tiene un desgarro de menisco, comuníquese con un especialista en medicina deportiva o ortopédica de Banner Health. Nuestros expertos ayudan a las personas con un desgarro de menisco a recuperar la movilidad y a controlar el dolor y la hinchazón. Programe una cita hoy o realice nuestra prueba gratuita de dolor articular para obtener más información sobre la salud de sus rodillas.