Los trastornos alimentarios pueden ser uno de los problemas de salud mental más difíciles y desgarradores de tratar. Estas afecciones suelen comenzar entre los 12 y los 25 años, y los padres luchan por ayudar a sus hijos a superar sus trastornos y a obtener una nutrición adecuada.
Los trastornos alimentarios son más comunes en las mujeres, pero el 10 % se diagnostican en los hombres. La mayoría de las personas con trastornos alimentarios también tienen otro trastorno de salud mental, como un trastorno de ansiedad o un trastorno depresivo. “Los trastornos alimentarios tienen un impacto negativo en la calidad de vida y son muy difíciles de tratar”, dijo la Doctor. Yazhini Srivathsal, psiquiatra del Banner Behavioral Health Hospital en Scottsdale, Arizona.
Algunos de los tipos más comunes de trastornos alimentarios son:
- Anorexia , donde las personas tienen bajo peso corporal, un miedo intenso a aumentar de peso y problemas con la imagen corporal.
- Bulimia , en la que las personas comen grandes cantidades y lo compensan de forma inadecuada, por ejemplo vomitando, tomando laxantes o pastillas dieta o haciendo ejercicio en exceso.
- Trastorno por atracón , en el que las personas comen mucho más de lo normal, no pueden controlar su alimentación y se sienten angustiadas.
- Trastorno de ingesta alimentaria restrictiva y evitativa (ARFID), en el que las personas tienen problemas como una fuerte aversión sensorial a los alimentos, por lo que no satisfacen sus necesidades nutricionales y pueden tener retrasos en el desarrollo.
En el pasado, los expertos creían que los problemas dentro de la familia causaban los trastornos alimentarios. “Por lo tanto, el plan era alejar a la persona de su familia, ponerla en un centro residencial, intentar que comiera mejor, ayudarla a aprender mejores habilidades para la vida y luego traerla de vuelta a la familia. Pero no funcionó”, dijo el Dr. Srivathsal. “Agregaba mucho estrés a la familia y, la mayoría de las veces, la familia no tenía la culpa”.
La terapia familiar adopta un enfoque diferente
En la actualidad, los expertos se dan cuenta de que la terapia familiar para los trastornos alimentarios es una mejor opción para tratar la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. “El objetivo del tratamiento de los trastornos alimentarios es brindar apoyo, educación y aliento a los miembros de la familia, para que se sientan empoderados y comprendan cómo ayudar”, afirmó el Dr. Srivathsal.
En la terapia familiar, no hay culpas. “No nos preocupamos por el motivo de lo que ocurre. Nos centramos en que la persona mejore. El médico que ayuda a la familia tiene un enfoque sin prejuicios”, afirma el Dr. Srivathsal. “El trastorno alimentario se considera una fuerza externa y la familia intenta ayudar al niño a escapar de las garras de esta fuerza externa”.
La terapia familiar ayuda a las personas a sentirse más empoderadas. “Los padres suelen pensar: 'Quizás debería haber hecho las cosas mejor'. Pero eso no ayuda. Por eso, nos centramos en cómo mejorar las cosas”, dijo el Dr. Srivathsal.
Así es como funciona el proceso
En la terapia familiar, al principio se hace al menos una comida en el consultorio del terapeuta, para que éste pueda ver qué tipo de dinámicas se dan y cómo pueden ayudar a cambiar conductas. Por lo general, una familia comienza con sesiones semanales con un terapeuta y, con el tiempo, la frecuencia de las sesiones disminuye. Es posible que los adolescentes no quieran participar al principio, pero el tratamiento se centra en la familia.
Hay tres fases de tratamiento en este tipo de terapia:
1. Control total por parte de los padres o seres queridos. En esta fase de la terapia basada en la conducta, los padres deciden qué hacer en función de las necesidades nutricionales. “Alivia las responsabilidades y el estrés del niño”, afirmó el Dr. Srivathsal. “No tienen que preocuparse por lo que van a comer. Los padres o cuidadores se encargarán de ello”.
Esta etapa es crucial, porque cuando el cerebro está privado de nutrientes, las personas no pueden pensar con claridad. “No pueden comprender que algo malo está sucediendo. Podría ser como una ilusión”, dijo el Dr. Srivathsal. “Pueden mirarse al espejo y sentirse como si estuvieran gordos cuando no es así, pero no pueden comprenderlo ni creerlo”.
Los padres deben supervisar todas las comidas y es posible que deban supervisar a su hijo después de las comidas si existe riesgo de que se purgue o haga ejercicio en exceso. El nivel de supervisión es similar al del tratamiento hospitalario, pero fuera de las comidas, el niño puede participar en las actividades cotidianas tanto como sea posible.
2. El adolescente recupera gradualmente el control. Una vez que el peso y la salud del niño mejoran, las comidas se realizan con más fluidez y sus conductas están mejor controladas, puede empezar a elegir alimentos por sí solo. “Una vez que las personas empiezan a sentirse mejor, tienen un poco más de conocimiento de lo que está pasando”, dijo el Dr. Srivathsal. En esta fase, el niño puede comer con otras personas y en diferentes entornos. Si tiene problemas para comer, las familias pueden volver a la fase uno e intentarlo de nuevo.
3. Independencia saludable. En esta fase, el niño puede elegir por sí solo sus alimentos, aprender a prevenir las recaídas y centrarse en tratar otros problemas de salud conductual.
“La terapia familiar es un trabajo arduo. Requiere un compromiso muy fuerte por parte de la familia, pero puede ser realizada por cualquier familia a menos que haya abuso o un problema de seguridad”, dijo el Dr. Srivathsal. “Es una de las formas más utilizadas para ayudar a una persona que está pasando por un momento difícil. Funciona más rápido que otras opciones y tiene mejores resultados a largo plazo. Además, las familias pueden permanecer juntas”.
El resultado final
Tratar los trastornos alimentarios en adolescentes puede ser un desafío y es doloroso para los padres ver a sus hijos luchar por ello. La terapia familiar puede ayudar. En ella, las familias trabajan junto con un terapeuta para combatir el trastorno alimentario de modo que el niño pueda tomar sus propias decisiones alimentarias saludables. Para ponerse en contacto con un especialista en salud conductual que pueda ayudar a tratar los trastornos alimentarios y otras afecciones de salud mental, comuníquese con Banner Health.