Los quistes ganglionares pueden parecer inusuales o incluso atemorizantes, pero por lo general no son motivo de preocupación. Son bultos pequeños, redondos y llenos de líquido que aparecen en las muñecas, las manos o los tobillos. Son comunes y pueden resultar incómodos o incluso dolorosos.
Pero a menudo desaparecen por sí solos y, si no lo hacen, se pueden tratar. No son cancerosos.
Tolga Turker , DOCTOR, cirujano ortopédico de Banner – University Medicine, explicó más sobre las causas de los quistes ganglionares, quiénes corren riesgo y qué puede hacer para deshacerse de ellos.
¿Qué causa los quistes ganglionares?
Muchas veces, un quiste ganglionar puede desarrollarse cerca de una articulación o un tendón. La zona donde aparece el quiste puede irritarse o doler, y eso es lo que provoca el quiste. “Cualquiera puede tenerlos”, dijo el Dr. Turker.
Algunos factores pueden ponerlo en mayor riesgo:
- Son más comunes en adultos jóvenes y mujeres.
- Los deportistas y las personas con trabajos que requieren movimientos repetitivos suelen padecerlos, ya que el estrés en las articulaciones aumenta el riesgo.
- Lesionarse las articulaciones o tener osteoartritis pueden aumentar la probabilidad de sufrirlas.
Signos y síntomas de los quistes ganglionares
Un quiste ganglionar parece un bulto debajo de la piel. Puede ser tan pequeño como un guisante o tan grande como una uva. Es posible que notes lo siguiente:
- La zona cercana al quiste se siente incómoda y dolorida. Esto podría deberse a que el quiste presiona una articulación o un nervio.
- Hinchazón cerca del quiste que aparece y desaparece.
- Piel brillante y estirada encima del quiste.
- La articulación cercana al quiste no se mueve tanto como de costumbre (menor rango de movimiento) o se siente débil.
- El quiste se agranda o se vuelve más doloroso cuando se utiliza la articulación o el tendón cercano a él.
“El líquido sinovial puede desplazarse entre la articulación y el quiste, lo que puede provocar fluctuaciones en su tamaño y dolor”, explicó el Dr. Turker.
Diagnóstico de quistes ganglionares
Si nota un bulto, es importante que consulte a un médico. De esa manera, podrá averiguar si tiene un quiste ganglionar o algún otro tipo de crecimiento. Podrá recomendarle un plan de tratamiento y ayudarle a evitar complicaciones.
“Los quistes suelen formarse debido a algún problema en las articulaciones. Descubrir y tratar ese problema puede evitar que los quistes vuelvan a aparecer”, afirmó el Dr. Turker.
Su doctor puede recomendar los siguientes pasos para diagnosticar un quiste ganglionar:
- Examen físico para observar el tamaño y la forma del bulto y ver cuánta molestia causa.
- Historial médico para determinar si tiene alguna lesión o actividad que pudiera haber causado un quiste.
- Estudios de imagen como ecografía o resonancia magnética (MRI), en algunos casos, para observar más de cerca la zona.
- Transiluminación o pasar una luz a través del quiste.
- Aspiración , que consiste en extraer un poco de líquido del quiste con una aguja. El análisis del líquido permite confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones.
Tratamiento de los quistes ganglionares
Existen diferentes opciones de tratamiento. Su médico puede recomendarle el mejor enfoque. Considerará los beneficios y los riesgos de cada opción, según su situación:
- Observación: Es posible que su médico observe un quiste pequeño e indoloro con el tiempo. Algunos quistes ganglionares desaparecen por sí solos, especialmente si han estado allí durante seis meses o menos.
- Aspiración: drenar el líquido del quiste con una aguja fina puede ayudar, pero muchas veces los quistes ganglionares vuelven a aparecer.
- Cirugía: A veces, si es doloroso o molesto, la extirpación del quiste mediante cirugía es una opción. Por lo general, puede regresar a casa el mismo día de la cirugía y el tiempo de recuperación depende de dónde se encuentre el quiste. Pero si la causa del quiste es la artritis o el estrés repetitivo, podría volver a aparecer.
Asegúrese de hablar con su proveedor de atención médica sobre cualquier cambio en el tamaño del quiste o sus síntomas. Informe a su doctor si el quiste vuelve a aparecer después del tratamiento.
No debe intentar tratar un quiste ganglionar por su cuenta. Podría tener complicaciones o un quiste que vuelva a aparecer. Un proveedor de atención médica puede guiarlo a través del proceso de tratamiento.
Cómo manejar los síntomas
Estos pasos pueden ayudar a reducir la incomodidad que puede sentir cuando tiene un quiste ganglionar:
- Compresas tibias y húmedas, que pueden reducir el dolor y la hinchazón.
- Medicamentos antiinflamatorios o analgésicos de venta libre (OTC), como ibuprofeno (Advil) o acetaminofeno (Tylenol).
- Modificación de la actividad, ya que puede ayudar a evitar movimientos que empeoren los síntomas.
- Equipo de protección o acolchado que puede evitar que golpees el quiste por error.
- Los dispositivos adaptativos, como aparatos ortopédicos o férulas, pueden estabilizar las articulaciones.
- Ejercicios de mano que pueden mejorar tu movilidad y fuerza.
Cómo prevenir los quistes ganglionares
No se puede eliminar el riesgo de tener quistes ganglionares, pero se pueden tomar medidas para reducir su probabilidad:
- Proteja sus articulaciones: si utiliza las articulaciones de forma repetida, manténgalas más seguras con aparatos ortopédicos, férulas o soportes ergonómicos. La protección es especialmente importante para las muñecas si trabaja con una computadora o realiza los mismos movimientos con las manos con regularidad.
- Evite lesiones: use equipo de seguridad cuando practique deportes. Cuando levante objetos pesados, utilice técnicas adecuadas para proteger sus muñecas y manos.
- Mantenga sus articulaciones saludables: comer una dieta equilibrada, beber mucha agua y mantenerse físicamente activo puede ayudar.
- Reciba tratamiento rápidamente: si nota algún bulto, comuníquese con un proveedor de atención médica. De esa manera, podrá evitar que el quiste se agrande y reducir la probabilidad de complicaciones.
El resultado final
Los quistes ganglionares son pequeñas protuberancias que pueden desarrollarse en las manos, las muñecas o los tobillos. Pueden ser incómodos o incluso dolorosos, pero por lo general no son cancerosos.
Si tiene un bulto, debe consultar con un médico para que lo evalúe. De esa manera, pueden trabajar juntos para elaborar un plan de tratamiento.