La diverticulosis es una afección en la que se forman pequeñas bolsas llamadas divertículos en el sistema digestivo, generalmente en el colon (intestino grueso). Se desarrollan cuando la presión hace que los puntos débiles del colon sobresalgan.
La diverticulitis se produce cuando estas bolsas se inflaman o se infectan. La diverticulitis puede causar muchas molestias y puede requerir tratamiento médico, que puede ir desde antibióticos hasta cirugía.
Entendiendo la diverticulosis
La diverticulosis no se considera una enfermedad. Las pequeñas bolsas en el colon se encuentran a menudo en personas mayores y pueden no causar síntomas. Sin embargo, aumentan el riesgo de diverticulitis. Es posible que descubra que tiene diverticulosis durante un examen médico o una prueba por otro motivo.
A veces, la diverticulosis causa síntomas leves como hinchazón, calambres, malestar en la parte inferior del abdomen, estreñimiento o diarrea.
Tiene mayor riesgo de padecer diverticulosis si:
- Tienen más de 50 años.
- Coma mucha carne roja.
- Siga una dieta baja en fibra. La fibra ayuda a mantener las heces blandas y voluminosas, por lo que no es necesario ejercer tanta presión para moverlas a través del colon.
- Tener obesidad, ya que el exceso de peso corporal puede aumentar la presión en el colon.
- Lleve un estilo de vida sedentario. La actividad física regular ayuda a promover movimientos intestinales saludables .
- Toma medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), esteroides u opioides.
- Fumar.
- Tiene genes que aumentan su riesgo.
Diagnóstico de la diverticulosis
La diverticulosis se puede diagnosticar durante una colonoscopia de rutina o con una prueba de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada. Es posible que necesite una tomografía computarizada si la colonoscopia no fue completa o si hubo inquietudes después de la misma.
Tratamiento de la diverticulosis
Si tiene diverticulosis, su proveedor de atención médica puede recomendarle:
- Una dieta rica en fibra: dado que la fibra mantiene las heces blandas y voluminosas, reduce la presión sobre el colon. Elija frutas, verduras, cereales integrales, frijoles y legumbres y limite la carne roja y la grasa . Pregúntele a su médico si puede tomar suplementos de fibra .
- Mantenerse hidratado: beber abundante agua durante el día ayuda a mantener las heces blandas y a tener evacuaciones intestinales saludables.
- Ejercicio regular: caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta durante al menos 30 minutos al día puede promover una digestión saludable y reducir el riesgo de estreñimiento.
- Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol: esto puede disminuir el riesgo de padecer diverticulitis.
Entendiendo la diverticulitis
En el caso de la diverticulitis, las bolsas del colon se inflaman o se infectan. Si tiene diverticulosis, corre un mayor riesgo de padecer diverticulitis. Puede notar los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal repentino e intenso, generalmente en el lado inferior izquierdo. El dolor puede ser constante y empeorar con el tiempo. Es posible que sienta dolor abdominal.
- Fiebre, ya que es posible que estés luchando contra una infección.
- Náuseas y vómitos.
- Cambios en los hábitos intestinales como estreñimiento, diarrea, hinchazón, evacuar el intestino con mayor o menor frecuencia de lo habitual o evacuaciones intestinales más blandas o más duras de lo normal.
- Con diverticulitis grave, sangre en las heces, debilidad, sensación de necesidad de orinar mucho y abdomen rígido y sensible.
Los mismos factores de riesgo que aumentan el riesgo de diverticulosis también aumentan el riesgo de diverticulitis. También es posible que otros factores de riesgo puedan influir en la diverticulitis, entre ellos:
- Heces o bacterias que quedan atrapadas en los divertículos.
- Cambios en el microbioma intestinal (las bacterias y otros microbios del tracto digestivo).
- Problemas con los músculos o nervios del intestino grueso.
- Problemas del sistema inmunológico.
Diagnóstico de la diverticulitis
Para diagnosticar diverticulitis, su proveedor puede:
- Revise su historial médico.
- Realice un examen médico y verifique si tiene dolor o sensibilidad en el abdomen, especialmente en el lado izquierdo.
- Recomendar un estudio de imágenes como una tomografía computarizada o una ecografía para observar su colon de cerca, verificar si hay signos de infección y buscar complicaciones como bolsas llenas de pus (abscesos) o desgarros (perforaciones).
- Sugerir una colonoscopia para confirmar un diagnóstico o descartar otras afecciones.
- Analice su sangre para detectar signos de infección o inflamación.
- Analice su orina, sus heces o sus enzimas hepáticas.
Tratamiento de la diverticulitis
El tratamiento para la diverticulitis depende de si se trata de un caso leve o grave:
- Casos leves: El tratamiento para los casos más leves, llamados diverticulitis no complicada, generalmente incluye:
- Descanse con una almohadilla térmica sobre el abdomen.
- Acetaminofeno (Tylenol) para el dolor. No se recomiendan los AINE como el ibuprofeno (Advil, Motrin) porque pueden empeorar la diverticulitis.
- Antibióticos como metronidazol (Flagyl), amoxicilina o moxifloxacino para tratar la infección.
- Dieta líquida para que el colon pueda sanar. Algunas buenas opciones son caldos, jugos de frutas sin pulpa y paletas heladas, té o café sin leche ni crema y agua. A medida que mejore, puede volver a incorporar alimentos sólidos.
- Casos graves: es posible que necesite antibióticos intravenosos (IV) o transfusiones de sangre en el hospital para los casos más graves, llamados diverticulitis complicada.
En casos poco frecuentes, un absceso, una perforación o una obstrucción pueden requerir cirugía. La cirugía puede implicar:
- Un procedimiento endoscópico simple para drenar un absceso o detener el sangrado.
- Extirpar la parte enferma del colon y reconectar las áreas sanas.
- Separación de las partes sanas y enfermas para que la sección enferma pueda sanar. Una vez que se cura, las dos secciones se vuelven a conectar. Mientras se cura, se coloca una bolsa de colostomía fuera del cuerpo para recolectar los desechos a través de una abertura en el abdomen.
Es posible que su proveedor le recomiende una colonoscopia después de que se recupere para asegurarse de que no tenga un problema subyacente, como cáncer de colon .
Complicaciones de la diverticulitis
La diverticulitis no tratada o mal controlada puede provocar:
- Sangrado gastrointestinal (GI): el sangrado en el sistema digestivo puede causar anemia.
- Absceso: acumulación de pus que provoca dolor intenso y fiebre. Los abscesos deben drenarse con un procedimiento guiado por técnicas de diagnóstico por imagen.
- Perforación: una bolsa inflamada (divertículo) que se rompe o se desgarra. En caso de perforación, el contenido del intestino se filtra hacia la cavidad abdominal. Se trata de una emergencia médica y una afección potencialmente mortal.
- Cicatrización: Su colon podría estrecharse o bloquearse debido al tejido cicatricial.
- Peritonitis: el revestimiento de la cavidad abdominal (peritoneo) puede infectarse, generalmente debido a una perforación. Es una emergencia médica que requiere antibióticos inmediatos y, a veces, cirugía.
- Fístula: se puede desarrollar una conexión anormal entre partes del intestino o entre el intestino y otros órganos como la vejiga o la piel. Se puede desarrollar una fístula si se padece diverticulitis grave o diverticulitis que reaparece. Es posible que se necesite una cirugía para su tratamiento.
- Inflamación de la vejiga : la diverticulitis podría irritar la vejiga.
- Obstrucción intestinal: la cicatrización de la diverticulitis puede hacer que el intestino se estreche o se bloquee. Es posible que necesites intervención médica para abrirlo.
Cuándo buscar atención médica
Comuníquese con su proveedor de atención médica si tiene alguna inquietud sobre su salud digestiva. Obtenga atención médica de inmediato en los siguientes casos:
- Dolor abdominal intenso, especialmente en el lado inferior izquierdo del abdomen.
- Fiebre de 100,4 °F (38 °C) o más.
- Náuseas y vómitos persistentes, especialmente si no puede retener líquidos.
- Cambios repentinos e importantes en los hábitos intestinales, como diarrea persistente o estreñimiento.
Estos síntomas podrían ser signos de una complicación grave, por lo que es importante recibir atención médica de inmediato.
Vivir con diverticulosis y diverticulitis
Si tiene alguna de estas afecciones, deberá realizar un seguimiento periódico con su médico. Su médico puede ayudarlo a controlar su afección, cambiar su plan de tratamiento si es necesario y recomendar exámenes o pruebas de detección.
Siga estos pasos para ayudar a mantener su colon sano y evitar complicaciones:
- Continúe comiendo una dieta rica en fibra, bebiendo mucha agua y realizando actividad física.
- Evite los alimentos picantes o los alimentos con alto contenido de azúcar refinada si desencadenan sus síntomas.
- No fume
- Controle su peso corporal.
- Reduce el estrés con técnicas como la meditación, la respiración profunda, el mindfulness, el yoga, pasar tiempo en la naturaleza o ejercicios de relajación.
Puede resultar difícil para las personas con diverticulosis y diverticulitis vivir con la enfermedad diverticular. Puede resultar útil:
- Obtenga atención de un proveedor que se especialice en gastroenterología o salud digestiva.
- Únase a un grupo de apoyo en persona o en línea para conectarse con apoyo emocional y compartir experiencias y consejos para controlar los síntomas.
- Obtenga materiales educativos para que pueda comprender su afección y tomar decisiones sobre su tratamiento y estilo de vida. Pídale recomendaciones a su proveedor.
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Si tiene síntomas de diverticulosis o diverticulitis o le preocupa su salud digestiva, busque atención médica de inmediato. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar su calidad de vida.