El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno digestivo común que afecta el intestino grueso. Con el SII, es posible que tenga síntomas como dolor de estómago, hinchazón, gases y cambios en sus hábitos intestinales. El SII no daña los intestinos de forma permanente ni afecta la duración de su vida, pero puede tener un fuerte impacto en su calidad de vida.
Si tiene síntomas de SII, es posible que se sienta avergonzado y evite recibir atención. Debido a que los síntomas pueden aparecer y desaparecer, es posible que usted se pregunte si todos están en su cabeza. Pero cuando comprende los síntomas del SII y sabe cómo controlarlos, puede reducir las molestias y mejorar su bienestar.
Entendiendo el SII
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno en el que los síntomas afectan el tracto digestivo, especialmente el intestino grueso. A diferencia de las enfermedades inflamatorias del intestino, el SII no modifica el tejido intestinal. En cambio, impide que el intestino funcione normalmente.
El SII es común. De hecho, es la enfermedad más común diagnosticada por los médicos especializados en enfermedades digestivas. Pero sólo aproximadamente la mitad de las personas que padecen SII buscan tratamiento.
El SII es una enfermedad crónica, lo que significa que requiere un tratamiento continuo a lo largo del tiempo. Si bien no existen soluciones rápidas, comprender sus síntomas e implementar estrategias a largo plazo puede ayudar a mejorar su calidad de vida.
Síntomas del SII
Si tiene SII, puede notar síntomas comunes que incluyen:
- Cambios en sus hábitos intestinales , incluyendo diarrea, estreñimiento o ambos. Estos pueden provocar una pérdida o un aumento de peso no deseado.
- Cambios en el aspecto de tus heces.
- Dolor abdominal, malestar o calambres con o antes de defecar
- Deposiciones más o menos frecuentes de lo habitual
- Hinchazón, gases o flatulencias.
- Náuseas
- Moco en las heces
- La necesidad de defecar con urgencia.
- Una sensación de que todavía necesita vaciar los intestinos después de defecar.
A veces, los síntomas pueden desaparecer después de defecar. Los síntomas son diferentes de una persona a otra.
Es importante comprender cómo el SII puede afectar su vida diaria para que pueda encontrar apoyo y formas de afrontarlo. Si tiene SII, puede enfrentar desafíos como:
- Interrupciones en sus rutinas diarias que afecten su trabajo, actividades sociales y compromisos.
- Estrés, ansiedad y un impacto negativo en tu salud mental.
- Restricciones dietéticas, que pueden influir en sus elecciones de alimentos e interacciones sociales.
Causas, desencadenantes y factores de riesgo del SII
No está claro exactamente qué causa el SII, pero uno o más de estos factores podrían influir:
- Genética
- Hábitos de estilo de vida
- Factores ambientales
- La forma en que se contraen los músculos del intestino.
- Problemas con los nervios de su sistema digestivo.
- Infección
- Estrés en la infancia
- Cambios en su microbioma intestinal
Cualquiera sea la causa, algunos desencadenantes pueden empeorar los síntomas del SII . Muchas personas con SII notan problemas relacionados con:
- Ciertos alimentos: Leche y otros productos lácteos, bebidas carbonatadas, trigo, frijoles, cítricos y repollo.
- Estrés: El estrés no causa síntomas, pero puede empeorarlos.
- Ciclos menstruales: algunas personas notan cambios predecibles en sus síntomas que se alinean con sus períodos.
Es posible que tenga más probabilidades de tener SII si:
- Son menores de 50 años
- Es mujer, especialmente si usa terapia con estrógenos.
- Tener antecedentes familiares de SII
- Tiene problemas de salud mental como trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad o depresión.
- Ha sido abusado en el pasado.
Diagnóstico del SII
Si tiene síntomas de SII, querrá consultar a un proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico. Para diagnosticar el SII, su proveedor querrá confirmar que tiene síntomas del SII y descartar otras afecciones digestivas que podrían estar causándolos, especialmente las enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
El proceso puede implicar:
- Un historial médico detallado, centrado en cómo se sienten sus síntomas, cuánto tiempo los ha tenido, hábitos alimentarios y factores de estilo de vida.
- Un examen físico para comprobar su salud general y buscar signos relacionados con el SII.
- Preguntas sobre cuánto tiempo ha tenido síntomas de SII. Los proveedores suelen utilizar los Criterios de Roma, que incluyen dolor o malestar abdominal al menos un día a la semana durante los últimos tres meses, además de al menos dos de estos síntomas:
- Dolor al defecar
- Un cambio en la frecuencia con la que defecas
- Un cambio en la consistencia de las heces.
- Análisis de sangre , pruebas de aliento o análisis de heces para descartar otras afecciones, como intolerancia a la lactosa, sobrecrecimiento bacteriano, enfermedad celíaca o enfermedades inflamatorias intestinales.
- Estudios de imagen como colonoscopia, sigmoidoscopia, endoscopia o imágenes abdominales para descartar otros trastornos digestivos.
Hay cuatro tipos diferentes de SII:
- Estreñimiento predominante (IBS-E)
- Con predominio de diarrea (SII-D)
- Mixto (SII-M), con estreñimiento y diarrea
- Sin clasificar (IBS-U), que no cumple con la definición de ninguno de los otros tipos
Cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a controlar el SII
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar sus síntomas y mejorar su bienestar general. Las respuestas a los cambios en el estilo de vida son diferentes para cada persona, así que trabaje con su proveedor para adaptarlas a sus necesidades.
El tratamiento puede tardar algún tiempo antes de ver resultados. Mantenerse constante con su plan de tratamiento puede disminuir sus síntomas con el tiempo. Aquí hay algunas estrategias para probar:
- Consuma comidas pequeñas y regulares y trate de no saltarse comidas ni comer cerca de la hora de acostarse.
- Aumente gradualmente la fibra en su dieta agregando más frutas, verduras y cereales integrales. También es posible que desee hablar con su proveedor sobre la posibilidad de tomar suplementos de fibra . La fibra puede ayudar a regular las deposiciones.
- Lleve un diario de alimentos para poder identificar y evitar alimentos que puedan desencadenar síntomas del SII. Los desencadenantes comunes incluyen ciertos tipos de lácteos, alimentos que causan gases, chicle, bebidas carbonatadas, gluten, alimentos picantes y edulcorantes artificiales.
- Considere una dieta baja en FODMAP , en la que obtenga los nutrientes que necesita de alimentos que sean más fáciles de digerir. Hable primero con su proveedor o dietista, ya que dietas como esta no son adecuadas para todos.
- Beba muchos líquidos, especialmente agua.
- Reducir los niveles de estrés con técnicas de mindfulness y relajación, como ejercicios de respiración profunda o meditación. Tome descansos regulares para relajarse y descansar. Equilibrar el trabajo y el descanso es importante para controlar el estrés.
- Haga ejercicio regular de bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga, para ayudar con las deposiciones regulares y reducir el estrés. Una rutina de ejercicio constante puede ayudar a mantener su sistema digestivo en buen camino y mejorar su salud intestinal.
- Duerma lo suficiente y de forma reparadora.
- Considere la posibilidad de terapia para que pueda aprender habilidades de afrontamiento que puedan reducir los síntomas.
Medicamentos para el SII
Su proveedor puede trabajar con usted para desarrollar un plan de tratamiento personalizado basado en sus síntomas y necesidades. Es posible que pueda controlar el SII sólo con cambios en el estilo de vida. De lo contrario, su plan puede incluir:
- Medicamentos antiespasmódicos, como hiosciamina y diciclomina, que ayudan a reducir los espasmos musculares en los intestinos. Esto puede ayudar con el dolor.
- Suplementos de fibra , como psyllium o metilcelulosa, para ayudarle a defecar con regularidad si tiene SII-C.
- Laxantes, si la fibra no ayuda lo suficiente.
- Medicamentos antidiarreicos, como loperamida, si tiene SII-D.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) para ayudar a regular la función intestinal y reducir los síntomas.
- Antidepresivos tricíclicos, que pueden reducir la actividad de las neuronas en los intestinos para reducir el dolor.
- Probióticos, que contienen bacterias buenas y pueden promover un microbioma intestinal saludable y reducir los síntomas.
- Otros medicamentos que pueden ayudar con el SII, como diciclomina (Bentyl), hiosciamina (Levsin), linaclotida (Linzess), lubiprostona (Amitiza), plecanatida (Trulance) o rifaximina (Xifaxan).
Es importante trabajar con un proveedor de atención médica antes de comenzar a tomar cualquier medicamento para tratar los síntomas del SII. Un proveedor puede adaptar el tratamiento para el SII a sus necesidades, recomendar una combinación de medicamentos y cambios en el estilo de vida, monitorearlo para detectar efectos secundarios y asegurarse de que cualquier medicamento que tome sea seguro si tiene otras afecciones de salud.