El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) ocurre cuando un exceso de bacterias que normalmente se encuentran en el sistema digestivo crece y se multiplica en el intestino delgado. Estas bacterias pueden causar síntomas digestivos debido a la descomposición (fermentación) de los alimentos y dificultar la correcta digestión y la absorción de nutrientes.
El intestino delgado tiene una población normal de bacterias, pero el SIBO puede ocurrir cuando el sistema digestivo funciona lentamente, por lo que los alimentos permanecen en él durante más tiempo y las bacterias tienen la posibilidad de crecer en exceso.
Estas bacterias convierten los carbohidratos que ingieres en gas, consumen proteínas y algunas vitaminas que tu cuerpo necesita y consumen las sales biliares que ayudan a tu digestión.
Con el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, también llamado síndrome del asa ciega, es posible que notes síntomas de SIBO como:
Debe programar una cita con un profesional de la salud si síntomas como hinchazón, diarrea, dolor abdominal o fatiga persisten durante más de unos días. Si presenta pérdida de peso inexplicable, dolor abdominal intenso o signos de desnutrición, como uñas quebradizas, pérdida de cabello o anemia, consulte con un profesional de la salud de inmediato.
Si no se trata, el SIBO puede causar deficiencias nutricionales y complicaciones como:
El riesgo de SIBO es mayor con la edad, ya que es más probable que padezca afecciones médicas o necesite tomar medicamentos que ralentizan la digestión. Es más probable que desarrolle sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado si:
Su proveedor le informará sobre su historial médico y le realizará un examen físico. Las pruebas para diagnosticar el SIBO incluyen:
Estas afecciones tienen síntomas que pueden superponerse con el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado:
Si le han diagnosticado alguna de estas afecciones digestivas, le recomendamos consultar con su médico sobre la posibilidad de hacerse una prueba para detectar SIBO. Es importante tener un diagnóstico preciso. Sin un diagnóstico preciso, podría recibir tratamientos que no aborden la causa de sus síntomas.
La medicación, los cambios en la dieta y el tratamiento del SIBO abordando las afecciones subyacentes pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir la recurrencia.
Los antibióticos pueden reducir la proliferación bacteriana. En ocasiones, su médico podría recomendar un tratamiento con antibióticos de una a dos semanas, incluso sin realizar pruebas, si sus síntomas indican probabilidad de SIBO.
Su médico podría recomendarle rifaximina (Xifaxan), ya que ataca principalmente a las bacterias intestinales sin afectar significativamente el resto del organismo. También se suelen recetar metronidazol (Flagyl) y otros antibióticos. Si tiene el tipo de SIBO que produce metano en lugar de hidrógeno, podría necesitar una combinación de los antibióticos rifaximina y neomicina.
Su proveedor podría recomendarle medicamentos que aceleren su sistema digestivo. Si ha perdido mucho peso debido al SIBO, podría necesitar inyecciones de vitamina B12 y suplementos de vitaminas, calcio y hierro.
Después de que los antibióticos reduzcan la proliferación bacteriana, los cambios en la dieta pueden ayudar a prevenir su reaparición. Comer más a menudo y en cantidades más pequeñas puede evitar que se acumule demasiada comida en el estómago.
Quizás quieras probar una dieta sin lactosa o una dieta baja en FODMAP , que limita ciertas frutas, verduras y cereales que fermentan en el intestino y alimentan las bacterias.
Otra opción, la dieta de carbohidratos específicos (SCD), elimina ciertos azúcares y almidones. Esta dieta puede ser más fácil de seguir a largo plazo. Un dietista puede ayudarle a elaborar un plan de alimentación que se adapte a su estilo de vida y evite la reaparición del SIBO.
Consulte con su médico si está considerando probar probióticos o prebióticos . Estos pueden ayudar a equilibrar su microbioma intestinal, pero algunos probióticos pueden empeorar los síntomas, dependiendo del tipo de bacteria intestinal. Usarlos después de finalizar el tratamiento con antibióticos podría ayudar a promover un equilibrio saludable de la flora intestinal.
También deberá asegurarse de tratar cualquier afección que pueda provocar un sobrecrecimiento bacteriano. Por ejemplo, si padece SII, tratamientos como los procinéticos pueden acelerar su digestión y reducir el riesgo de SIBO. Para problemas estructurales, podría necesitar cirugía.
Si tiene molestias digestivas o síntomas inexplicables, Banner Health puede ayudarle. Nuestros gastroenterólogos, dietistas y especialistas con amplia experiencia colaboran para crear un plan de atención personalizado que se ajuste a sus necesidades.
Debido a la importancia de un diagnóstico preciso, utilizamos pruebas diagnósticas de vanguardia, como la prueba de aliento con hidrógeno/metano para diagnosticar el SIBO, y servicios de endoscopia y laboratorio para descartar otras afecciones con síntomas similares. Nuestros tratamientos específicos ayudan a prevenir la reaparición del SIBO y a mantener la salud de su sistema digestivo.